Es difícil escribir algo que esté a la altura de lo que está sucediendo en este blog. Dice don Emilio en su palpitante comentario que ha conseguido encontrar cosas bonitas en el siempre inquietante territorio del cáncer. Y dice bien. Todas las aportaciones que habéis hecho son valiosísimas. Hay cariño a raudales. Y el cariño, como dice don Emilio, es tan importante como las medicinas.
Pero lo más emocionante son los testimonios de las personas que han pasado y están pasando por lo mismo que Azucena y su familia. Gente anónima y buena que ha tenido el gesto de narrar su lucha contra el cáncer para infundir ánimos a otro ser humano que empieza ahora un camino duro e incierto. En muchos casos no conocen a Azucena y a Emilio de nada, pero eso no ha sido obstáculo para solidarizarse -hermosa palabra cuando no se la manosea- con ellos. Seguro (no hay más echar un vistazo a las noticias del día, de cualquier día) que hay muchos indeseables por ahí sueltos. Que no los busquen aquí. Sois buena gente.
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