Lo de Pozuelo

Varios comentarios recientes hacen alusión al motín registrado en la localidad madrileña de Pozuelo, una algarada en la que se han visto implicados varios menores de edad y cuyo origen parece estar en un intento de la autoridad de acabar con el botellón. Hablé del tema con don Emilio y él hizo un comentario lacónico: «Estamos con lo de siempre. Es un problema de educación. Los maleducados acaban siendo vándalos».

Lo llamativo del conflicto es que, parece ser, que los revoltosos son niños pijos. Non son chavales de los arrabales condenados a la marginación por el simple hecho de haber nacido en el lado equivocado de la ciudad.

En la tele salieron dos de los amotinados -sí, tenían pinta de pijos- y dijeron que la policía les agredió como a perros -es textual- por el simple hecho de que ellos estaban arrojando cantos rodados a los guardias. ¡Lo que hay que oír! Borrokas con lacoste. Maleducados.

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8 Comentarios

  1. Lo dicho: todos «pal trullo»…que es hablar por no decir nada, porque estos fijo que ya están todos en su casita con sus papis diciendoles lo malos que son los polis, y que hoy en día no se respetan las libertades…pobrecitos…

  2. Pozuelo, y el presunto asesino o presunto inocente.

    Pilar Rahola escribe en un artículo de La Vanguardia con fecha 9 de septiembre de 2009 al respecto de lo acontecido en Pozuelo: “ni el alcalde ni otros muchos perciben la enorme crisis de valores de nuestros jóvenes, las sociedades relativistas que les hemos cedido, basadas en un desprecio severo a la autoridad, una confusión entre libertad y libertinaje, y un paternalismo sobreprotector que los exculpa de todo pecado. Pozuelo no es una anécdota. Es la metáfora de la enfermedad colectiva que padecemos”.
    La sobreprotección de la infancia y la divinización de los hijos e hijas, junto con la culpabilidad de las familias por su escaso tiempo junto al retoño va ensalzando la posición del pequeño o la pequeña, pero que pueden hacer los niños y las niñas si al fin y al cabo son sus familias quienes les ceden ese lugar de jefatura.
    En los hogares no pone orden el padre, ojalá lo hiciera la madre, sino que acaba haciéndolo el hijo o la hija a quienes se debe complacer para redimir las culpas. Todos conocemos escenas tipo: regalos para aliviar los lloros y rabietas, qué quieres para comer?, qué te gusta?, está lejos de un diálogo en el cual se transmite un orden, responsabilidades y la realidad de que para conseguir el dinero de fin de mes es necesario esforzarse y la perseverancia del día a día, entre otras cosas.
    El padre está en crisis, está en crisis la escasa representación que tiene esa función. Incluso políticamente existe un empeño en desvirtuar la necesidad de normas y reglas para la convivencia en el hogar, en un momento dado todo puede venir reglado desde fuera.
    La pregunta es: ¿qué ocurre cuando las cosas no son como ese joven o esa joven espera?, ¿qué dimensión tiene la violencia ante la incapacidad de soportar la frustración?. Y lo más grave es, ¿qué valor tiene el igual?, esa otra persona que no nos da lo que le pedimos, ¿que valor tiene su cuerpo?.
    La presunción de inocencia es un principio de la Justicia, habría que plantearse si lo es también la presunción de culpabilidad. O como hacemos la mayoría abstenernos de valorar y esperar a la Justica.

    Pd: mucho ánimo Sr Calatayud.

  3. Ya se ha dicho hasta la saciedad, pero voy a insistir \\"aunque sea por deformación profesional\\":
    1.- Hacemos a los niños absolutamente hedonistas: no existe- no debe existir- lo que no me gusta.
    2.- No les enseñamos a soportar la frustración.
    3.- Tienen demasiadas experiencias en la impunidad: no pasa nada.
    4.- Recurrimos a mil eufemismos para no llamar a las cosas por su nombre.
    5.- Tememos ACTUAR con eficacia en la corrección, tal vez por miedo a tiempos pasados.
    6.- En el fondo, nos engañamos y nos conformamos con echar manos a la cabeza. Mientras nos quede cabeza…

    Y siempre lo mismo. Tensamos la cuerda hasta que el péndulo no puede más y volvemos irracionalmente al periodo opuesto. Qué difícil resulta encontrar el término medio!

  4. Para ser un delincuente no tienes que ser de una clase social determinada…¡¡Anda que no hay con chaqueta y corbata!!
    El problema de todo esto, Carlos es que los menores y los no menores (ya que hay en el caso que hablamos chavales de 20 años) no tiene valores, no saben diferenciar donde está los límites y hasta donde se puede llegar. Para ellos no hay respeto a ninguna autoridad incluida la de sus padres.
    Y este problema lo vamos a tener en muchas ciudades muy prontito… No será ningún caso aislado, desgraciadamente. Y la culpa la tenemos los padres (Nos metemos todos y que se salve el que pueda) y el profesorado. ¡¡Los dos cogidos de la manita!!
    Los padres, por no ponerle límites a los hijos desde pequeños. Con el miedo de que el niño se traumatice o haga algo grave, o los denuncien….
    Y el profesorado porque muchos prefieren echar la vista para otro lado.
    Es doloroso decirlo, pero tenemos los que nos merecemos.

    Saludos

  5. Lean esto poruqe no tiene desperdicio:
    Sobre Los altercados de Pozuelo.

    El juez condena a los siete detenidos a tres meses sin fiestas.
    El juez ha impuesto a los detenidos la prohibición de acudir durante los próximos tres meses a las diferentes fiestas y ferias de los pueblos, siempre que sea después de las 22.00 horas. Del mismo modo, se les condenó a 90 días de libertad vigilada, en cuyo transcurso serán evaluados por técnicos y psicólogos de la Agencia del Menor Infractor de la Comunidad de Madrid.

    ¿De verdad creeis que esto es una condena, o una tomadura de pelo?
    Vamos a ver si es que le ha faltado decir ¡Nene, malo, tras- tras !
    A los menores, lo primero que deberían haber hecho es condenar a los padres por estar en la calle a esas horas y bebiendo, verán como cuando les cueste la pasta a los papaitos vigilan a sus niños. Por supuesto a pagar todos los destrozos que hayan provocado sus «lindos angelitos»
    Y desde luego yo los evaluaba con una buena escoba para que en esos 90 dias limpiaran toda la basura provocada por los botellones. ¡Dinero que se ahorraria el ayuntamiento en limpieza!

    Si es que….

  6. Ahora resulta que lo que está provocando el estupor de políticos, tertulianos y formadores de opinión pública es que los muchachos procedan de clases acomodadas. ¿Significa eso que estarían exculpados si su padre fuera jornalero y su madre limpiara escaleras? La extracción social no justifica un comportamiento violento, el ser humano es libre para elegir y para distinguir el bien y el mal. Y el bien y el mal es lo mismo para pobres y ricos.
    El problema aparece cuando hemos convencido a nuestros jóvenes de que no existen ni el bien ni el mal, sino solamente la satisfacción de nuestros deseos más inmediatos, sin pensar en las consecuencias.
    ¿Qué nos extraña ahora?

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