Gracias a Internet, y ya se ha hablado de ello en este blog, el discurso de don Emilio ha alcanzado una cierta difusión internacional. Por razones obvias, los países donde más resonancia están teniendo los planteamientos del juez son los suramericanos, especialmente Argentina y México. En este sentido, acabamos de recibir un correo de una reponsable de la Secretaría de Educación Pública del Distrito Federal (la gigantesca capital de México) que nos informa de la puesta en marcha allí de una interesante iniciativa. Lo resaltamos para que, cuando se ponga en marcha, le echéis un vistazo. Es una de las grandes ventajas de Internet (que también tiene muchos defectos y aquí se ha hablado más de una vez de ellos), que nos ofrece ventanas para observar lo que ocurre en otros lugares del mundo. De todas formas, procuraremos recordaros el tema cuando se acerque la fecha, porque nos parece atractivo.
La idea la resume Gabriela, que es la coordinadora del proyecto en cuestión y la persona que contactó con nosotros: «En las escuelas de educación básica del Distrito Federal hemos emprendido el proyecto ‘Equidad para educar” que parte de la premisa de que la equidad educativa es la construcción colectiva de condiciones para que las personas puedan desarrollarse como tales y, no por el contrario, una serie de medidas compensatorias que se proporcionan a algunos grupos de personas que padecen con mayor severidad las consecuencias de la desigualdad.
Entre otras acciones, nos hemos propuesto la construcción de una página web en la que los profesores de la ciudad de México cuenten con elementos para la reflexión y análisis de temas que versan sobre la conformación de una escuela que sea capaz de atender, proteger y formar a todos los niños, cualquiera que sea su condición». La previsión es que la página funcione en enero del próximo 2010.
Mexico esta en Norteamerica. Imagino que quiere decir Latinoamerica, o Hispanoamerica en su caso.
Perdone, D. Emilio. Aunque sea éste que le voy a comentar un asunto de \"mayores\", no de menores.
Hoy lo he vuelto a oir. Y también, a verlo con mis propios ojos. Como un diputado, en los desayunos de TVE, se señalaba la americana diciendo:”Yo tampoco tengo factura de ésta.” Y los otros dos diputados –de pensamiento contrario- se callaban, por enésima vez.
Si los jueces han dictado sentencia diciendo que eso no es delito, pues muy bien. Lo acato. Líbreme Dios de meterme en berenjenales judiciales. Pero el hecho en sí tiene …
Señores, podemos no guardar las facturas de nuestras vestiduras pero, cuando superan “ciertos importes”, los vendedores tienen la obligación de expedir y, según la L.G.T., conservar copias de esas facturas unos poquitos años.
Como ya tengo bastantes, lo visto y oido nuevamente, me da que pensar que –como dice el casi infalible Dr. House de la ficción televisiva- TODOS MIENTEN. ¿Por qué ni un solo diputado de la otra rama ha solicitado que se pidan las copias al sastre ?
Me da miedo pensar que fuese porque todos tienen por qué callar …