Ideal publicaba en su edición de hoy una noticia, francamente aterradora, sobre el trato que, presuntamente, se dispensa a los chiquillos que son internados en centros terapéuticos de protección (no de internamiento). La información, del compañero Rafael Herrero (de la agencia Colpisa), se basaba en un estuido de Amnistía Internacional, una ONG con un prestigio aquilatado. Es decir que, en principio, no habría por qué dudar de sus afirmaciones.
Aquí va la noticia:
Titular: «Si vuelvo, me mato»
«Atados con cinta de embalar a una silla o a una cama, amordazados, atontados por la medicación forzosa, aislados varios días en una ‘celda’ sin apenas ventilación, vejados o humillados en público, y, a veces, víctimas de castigos corporales y otros malos tratos. «Si cualquier padre hiciera eso a su hijo, el fiscal o la autoridad judicial se lo quitaría. Si lo hace el Estado, en los centros terapéuticos custodiados por administraciones públicas, no pasa absolutamente nada». La aseveración procede de Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España (AI), institución que ayer presentó la investigación «Si vuelvo, ¡me mato! Menores en centros de protección terapéuticos».
AI denuncia en esta investigación el tratamiento «cruel y degradante» que sufren los menores en estos centros, después de dedicar casi dos años a entrevistar a más de 150 personas, veinte de ellas menores, para corroborar la preocupante situación que padecen niños y adolescentes en estas instituciones de acogida. El estudio ahonda en los datos aportados por el informe del Defensor del Pueblo de febrero sobre el desamparo de los menores en los centros.
La ONG se encontró con todo tipo de cortapisas para acceder a los centros de protección -sólo pudieron visitar uno, y ‘escoltados’ por personal de la Administración- pero contactó con educadores, algunos de los cuales habían abandonado la profesión por su rechazo al tratamiento que se dispensaba a los menores, familiares, abogados, médicos, psicólogos, personal sanitario y jóvenes que habían pasado por los centros. La investigación se centra en tres comunidades autónomas -Andalucía, Cataluña y Madrid-, que concentran el 55% de los 58 internados que existen en España.
Todos los menores entrevistados coinciden en que eran víctimas de abusos contra los derechos humanos, pero la mayoría de los casos quedan «invisibilizados o impunes, ya que no se realizan investigaciones imparciales o independientes», según Beltrán. «La Administración -dijo- dificulta las investigaciones incluso al Defensor del Pueblo».
Punta del iceberg
Las situaciones denunciadas pueden llegar a ser escalofriantes, toda vez que también se han detectado casos de abusos sexuales contra los menores y se han registrado también suicidios entre los niños y los jóvenes. Amnistía ha documentado, en base a las informaciones de prensa, al menos «diez suicidios en los últimos seis años», indicó Elena Estrada, investigadora del informe.
Pero, a juicio de Estrada, los abusos relatados por menores y educadores tan solo son «la punta del iceberg» de la angustiosa situación que se vive en los centros de protección terapéuticos. «Los castigan doce horas seguidas contra la pared, sin comer durante días, les atan a carretillas repletas de piedras, les imponen como castigo no recibir visitas ni cartas, y otras veces leen las misivas en público para ridiculizarles. Las contenciones físicas, mecánicas y farmacológicas están a la orden del día, mientras que ingresarlos en celdas de aislamiento o atarles a la cama lo viven ya como algo natural», dijo.
Estos abusos, denuncia AI, se cometen con «total impunidad», ya que no existen vías sencillas que permitan a los menores denunciar, acceder a un abogado y, sobre todo, que se abran investigaciones. Por ello, la organización ha pedido al presidente del Gobierno que impulse una investigación». Hasta aquí la noticia.
Sr. Moran!! buen articulo.
He entrado para volver a escribir mi comentario inicial en respuesta a su art. sobre el Cuco y me he encontrado con este.
Comunidades terapeuticas?????no puedo decir que a mi hijo le han aplicado esas medidas, porque mentiría y no suelo hacerlo.
Pero lo de la sujección!!! sí, lo de la hipermedicación!!!! sí,la atención en un principio sí, con el trascurso del tiempo ha ido bajando, no tiempo? no efecto? y solución? que proponen denunciar cualquier movimiento desatinado de mi hijo.
La enfermedad denominada como trastorno limite de personalidad???? tiene grados, como casi todas, mi chico se llevo el maximo, pero hablamos de enfermedad, no de chico malo.
En un circulo de encerrado, convivencia con pacientes totalmente diferentes, a menudo dificil de ver,(el sabe que está enfermo) pero no tonto o loco, reacciones malas, circulo vicioso.
Le dá igual todo, es más busca terminar con esto.
Cuantas veces he oido a mi hijo!!!! no vuelvo al centro, prefiero muerto.
Conducir con tu hijo de vuelta al centro es lo más angustioso, el no quiere volver, y un volantazo es muy facil, yo llevo años!!!! haciendo eso.
No digo en mi caso que la comunidad haga maltrato a nadie, al reves, solo que no tienen medios, no tienen espacio, no tienen tiempo, y sí una mezcla inmezclable ( palabro) pero es así.
Para colmo a sus llamadas de ayuda a la administración, solo reciben esa tecnica, denunciar agresiones, mi hijo acumula tropecientas, ellos se han agarrado a eso.
Creo verdaderamente que ahora se han quedado en la gloria, pero mi chico no es culpable de tener esa enfermedad, no es culpable de que no tengan medios,no es culpable de que no tengan tiempo para el,no es culpable de que la administración tenga centros para todo menos para el.
Todas las enfermedades «normales» como la mía, inspiran atención y ocupación.
La de mí hijo no.
Sr.Moran, voy a escribir de nuevo mi comentario en su articulo sobre el Cuco, se perderán los 31 comentarios que hicieron las demas personas, pero el mio? lo seguiré manteniendo.Montse.
Precisamente acabo de entrar en el blog porque quería pedir la opinión de don Emilio sobre este vergonzoso (por no decir más)asunto.
Yo lo veo en armonía (entre comillas) con otro conjunto de actuaciones, institucionales en muchos casos, que muestran que, aunque a todos se nos llena la boca con lo del interés superior del menor (favor minoris), la triste realidad es que el menor es el último mono y no es tratado como un ser humano sino como una cosa (una res), instrumentalizado y cosificado en aras de los intereses de los adultos. Y parece que los intereses de los adultos son otros, no sus menores. Antes están la seguridad (y se habla de bajar la edad penal) o el control partidista de la educación pública, pero, sobre todo, el dinero.
Enumeraré tan solo, para no extenderme, el asunto que me toca más de cerca: Los procesos de separación de los padres. El gobierno no ha desarrollado la mediación familiar prevista en la reforma de la ley del divorcio. Más bien se fomenta el conflicto que beneficia a una de las partes. Los hijos menores entran en un paquete, como si fueran cosas, junto a otras dos cosas, vivienda familiar y dinero de la pensión, de forma que quien se queda con los hijos, se queda con todo el pack. La guardia y custodia monoparental, en vez de la custodia compartida, obedece así a intereses que no son los de los menores. Los hijos menores quedan huérfanos de un padre que no ha muerto, salvo para pagar, y se benefician de un régimen de visitas (así llamado en derecho). Sólo dos colectivos gozan en España de ese así llamado régimen de visitas: los hijos de padres separados … y los presos. Pero todo se ha hecho en nombre del interés superior del menor, citado en todas las sentencias. Esta situación perversa alimenta todo tipo de perversiones. Cito tan sólo una: En caso de que el progenitor no custodio no pague la pensión o exista litigio a propósito de la misma, o de cualquier asunto donde haya dinero de por medio, el custodio puede impedirle, como medio de presión, el ya escaso contacto con los hijos, en vez de hacer valer sus derechos ante el juzgado y dejar a los hijos en paz. En mi caso personal, llevo el asunto del dinero a rajatabla pero tengo la descarada impresión (compartida con muchos en mi misma situación) de que nuestra hija es propiedad privada de su madre, la cual, para redondear el presupuesto, me la presta, a cambio del dinero de la pensión. Y luego nos quejamos del trabajo infantil, del uso de la imagen de los niños, de la prostitución infantil y de otras zarandajas. No entraré en detalles pero me parece que, llegada la adolescencia, todo lo que haga nuestra hija, que no nos ha dado un problema desde que nació, para expresar su protesta y su rebeldía será poco. Y entonces diremos: ¿qué hemos hecho mal? Si esta niña fue al mejor colegio, tenía una madre abnegada, no le ha faltado de nada …
Origen de mi comentario? los derechos del Cuco no se han respetado, se ha publicado donde reside y bla bla……
Articulo publicado en este blog el dia 15 de Noviembre de 2009.
Comentario a ese art.
Es verdad que hay doble vara de medir , en el caso del «Cuco»y en otros casos, casos que no salen en la prensa y que son mucho más dolorosos.
Miento sale en un boletin de un sindicato de enfermeria, mi hijo es un paciente con una enfermedad muy grave y a la cual se trata dando palos de ciego, no funciona ni la siquiatria? ni la medicación? solo la sicologia, pero solo un poco, más que nada porque no hay tiempo ni medios.
Ahora ya no es menor,pero cuando empezó, si que lo era, sufre un trastorno limite de personalidad en grado muy alto.
Ha tenido ni se sabe cuantos intentos de suicidio, ha cometido delitos menores contra la propiedad y agresiones a personas, eso tambien es cierto.
El ultimo intento de suicidio fué en 2003, se tiró desde un septimo piso, y sobrevivió, contra todo pronostico, pero desgraciadamente así fué.
Los servicios sociales se hicieron cargo de el en Agosto del 2003, ingreso en una comunidad terapeutica, esta comunidad pertenece al hospital clinico, allí convive con otros pacientes de patologias completamente diferentes,en estos años ha pasado muchas veces por agudos (ingresos en siquitria del h. Clinico).
Y ahora viene el motivo de mi queja.
Hay derecho a que un personal que se supone tiene una especialidad y que cobra por ello, y que nadie puede valorar, (desde luego los pacientes no son escuchados), digo que si hay derecho a que pongan denuncia tras denuncia hasta el punto que he tenido que dejar de ser tutora de mi hijo, no soporto estar un dia si y otro no en la caleta
viendo a mi hijo y no poder defenderlo,los informes medicos me los tienen que dar ellos mismos, así que malamente puedo hacer nada.
Le denuncian y piden indennización, es cierto que no todos, pero hay una «ATS» que ya ha cobrado dicha indennización, me encantaria decir nombre y apellidos de dicha «profesional», pero para que destacarla, su obra más bien me da asco, dice mucho de su poca profesionalidad.
Sin embargo he de decir que hay otro ATS que puso igualmente una denuncia, y que el dia del juicio me emocionó, no solo no la pidió, si no que reconoció que mi hijo no puede controlar.
Un sindicato de enfermeria «SATSE» si que lo ha hecho, en su boletin de Septiembre publican que un paciente de la comunidad terapeutica (nombre y apellidos)tiene atemorizados a pacientes y personal de dicha comunidad.
Mi hijo no tiene derecho a un centro adecuado, pero tampoco tiene ningun tipo de derechos, cualquiera puede poner su nombre en una publicación? no es una persona?, pues sí, es una persona, y por estar enfermo!!!!debería de tener incluso mas derechos.
A raiz de este cometario hubo treinta y tantos, pero ya no están, hay muchos más en comentarios porteriores.
Hoy mi hijo está en la carcel de Albolote tan injustamente que no tiene explicación.
En todos esos comentarios posteriores se ve el porque o la sinrazón.
Sr.Moran hay mucho de injusto en este caso, no hace falta ir más lejos, pero ud. quiere noticias que suenen.
Es su derecho.Montse
Obviamente este informe es verídico. Al igual que lo es el presentado por el Defensor del Pueblo en febrero. Y supongo que al igual que lo es Naciones Unidas cuando en noviembre ha exigido explicaciones al gobierno español por su inacción en este caso.
Los políticos tienen la desvergüenza de salir negando la mayor, insultando a AI (como antes lo hicieron con la oficina del defensor del Pueblo)y se permiten el lujo de criminalizar a los niños allí encerrados contra su voluntad y generalmente sin orden judicial que lo autorice.
No entiendo al señor Chamizo, Defensor del Pueblo Andaluz, cuando critica a Amnistia Internacional. Él mismo presentó un informe en 2007 donde se puede leer textualmente lo siguiente:
la sanción de “separación del grupo” suponía para el menor la reclusión durante un determinado espacio de tiempo en un lugar específico (…) en los tres casos visitados se caracterizaban por ser pequeños cubículos, cuyas reducidas dimensiones impedían al menor sancionado permanecer tumbado en los mismos o caminar más de dos pasos en cada dirección. Estaban ubicados en el exterior de los centros o en patios interiores de los mismos, lo que dejaba a los menores sancionados sometidos a las inclemencias meteorológicas.(…)
(…)Un habitáculo de hormigón cerrado por una puerta de hierro con una pequeña ventana enrejada que permitía el paso de la luz y también, obviamente, del calor y del frío. En estos habitáculos son recluidos los menores que cometen infracciones graves contra las normas de convivencia por periodos de tiempo que oscilan entre unas horas y varios días. Algunas de las menores internadas en unos de estos centros, a las que entrevistamos en el curso de las visitas de inspección, nos manifestaron que habían conocido casos de menores sancionadas con hasta 7 días de reclusión en estos habitáculos. Los responsables del centro negaron la veracidad de esta información y señalaron que las sanciones no duraban nunca tanto tiempo. Durante el periodo de cumplimiento de la sanción de “separación de grupo”, el menor no puede abandonar el cubículo salvo para hacer sus necesidades, para comer o para dormir, retornando al mismo a la mañana siguiente. La alimentación –según nos explicaron las propias menores- se reducía respecto de la habitual, ya que se suprimían los bocadillos de media mañana y media tarde, al parecer por considerar la dirección del centro que resultaban innecesarios al existir un menor consumo de energías en la menor por la reclusión.
(…) la dependencia en cuestión tenía las paredes de hormigón liso, sin ningún tipo de acolchamiento que pudiese evitar los daños derivados de actos autolesivos de los menores encerrados durante los periodos de agresividad incontrolada. En todas las reuniones con los responsables de esos centros especificamos claramente nuestra total disconformidad con este tipo de sanciones y nuestra consideración de que estos habitáculos debían desaparecer (…)
Como educador, soy consciente de la imposibilidad de hacer prosperar una denuncia que pudieran presetar los menores (porque para empezar no pueden ponerla salvo que consigan escaparse del centro, y cuando es así, lo normal es retenerles y devolverles al propio centro). En los centros terapeuticos la tutela judicial, además, no existe.
Así que me pregunto…¿qué pueden hacer los jueces ante semejante situación?
Hemos publicado hoy esto en http://www.porandalucialibre.es:
El Defensor del Pueblo Andaluz impulsó la ONG acusada por AI de consentir malos tratos a menores
Escrito por Por Andalucía LIbre
lunes, 21 de diciembre de 2009
Aministía Internacional publicó hace unos días un extenso informe sobre los centros de menores en tres CC.AA españolas, entre ellas, Andalucía. En ese informe aparecían reflejados una serie de casos de malos tratos a menores, alguno de ellos en el centro de menores de Benalup de Sidonia(Cádiz), gestionado por la ONG denominada Fundación Márgenes y Vínculos, con la colaboración de la Delegación de Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía. El Defensor del Pueblo reaccionó Andaluz ante la denuncia de Aministsía denunciando a su vez que su informe está lleno de exageraciones e inexactitudes. Ahora se sabe que esa Fundación que dirige el Centro fue impulsada por el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, y está dirigida por uno de sus amigos.
Lo que dijo Aministía Internacional
Amnistía Internacional (AI) ha realizado un informe elaborado con entrevistas a más de 59 personas, niños entre ellos, de Cataluña, Marid y Andalucía que sufrieron supuestamente desde vejaciones a castigos físicos y medicaciones forzosas en este tipo de residencias. Sin embargo, Aministía Internacional denuncia además la imposibilidad de investigar a fondo y extensamente a causa de los obstáculos interpuestos por la Junta y concluye que los centros de menores andaluces, junto a los madrileños y los catalanes, dejan mucho que desear y se hunden en prácticas incluso de torturas. Lea íntegramente el informe de Aministía Internacional.
La investigación llevada a cabo por la organización en torno a los llamados centros de protección terapéuticos en las comunidades autónomas de Andalucía, Cataluña y Madrid, constata que España debe mejorar radicalmente la protección de los menores que se encuentran en estos centros terapéuticos y cumplir así sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos. Amnistía Internacional ha observado que el sistema de protección de menores dispuesto en España no respeta, en muchas ocasiones, las obligaciones y principios de la Convención sobre los Derechos del Niño, en particular el interés superior del menor, ni su derecho a ser escuchado, y a no ser discriminado. Esto sucede a pesar de que la propia legislación española consagra estos y todos los demás principios de la Convención en torno a la protección de los derechos de los niños y niñas.
Amnistía destaca además que «resulta además sorprendente que, según se recoge en el informe del Defensor del Pueblo , en la mayoría de los casos se eluda en la práctica a la necesaria intervención judicial para el internamiento no voluntario de los menores exigida tanto en el Código Civil como por la Ley de Enjuiciamiento Civil.
Amnistía Internacional ha podido constatar que el internamiento en estos centros de protección terapéuticos puede conducir, en algunos casos, a una serie de abusos y violaciones de los derechos de los menores absolutamente incompatibles con los tratados internacionales de protección de los derechos humanos. Lo más preocupante es que en muchos casos estos abusos quedan invisibilizados e impunes. Esta situación no hace más que reforzar el ciclo de exclusión, discriminación y violencia en que se encuentran estos menores.
Amnistía denuncia que hay regímenes disciplinarios que son incompatibles con los estándares internacionales para la protección de los menores privados de libertad, recogidos en la Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención Contra la Tortura y otras formas de Castigo y Penas Crueles, Inhumanas o Degradantes. Estas prácticas incluyen casos de menores sometidos a castigos corporales, aislamiento forzado, contenciones físicas abusivas e, incluso, contenciones farmacológicas. A este respecto, cabe destacar que durante el 2009 el Comité contra la Tortura se dirigió al Estado español en dos ocasiones preguntando sobre las medidas adoptadas a raíz de las denuncias recogidas en el informe del Defensor y reiterando la preocupación sobre las alegaciones de aislamiento y administración de fármacos de forma contraria a los artículos 11 y 12 de la Convención.
Amnistía Internacional advierte con preocupación la poca atención brindada a la posibilidad de que los menores tengan acceso a un recurso judicial efectivo y a reparaciones justas y oportunas en caso de que sean vulnerados. El Estado español y sus instituciones deben observar sus deberes en materia de derechos humanos, desarrollar y cumplir aquello que está obligado a hacer (obligaciones de hacer o intervenir), así como garantizar que ni sus agentes y funcionarios ni agentes no estatales o particulares incurren en abusos y prácticas prohibidas por el derecho internacional.
El caso concreto del centro de menores de Benalup de Sidonia. La negación del derecho a un abogado.
Menor de 15 años internado en el centro de Benalup en Cádiz.
El menor fue ingresado en el centro de protección terapéutico de Benalup en Cádiz en 2008 cuando tenía 15 años para ser tratado de supuestos problemas de conducta. Su ingresó se realizó sobre la base del siguiente diagnóstico: “rabietas ante frustraciones, en estas ocasiones chilla, tira objetos y amenaza con matarse, todo ello con gran intensidad emocional”.
Por falta de camas, contó a Amnistía Internacional, que los primeros 15 días durmió en una celda de aislamiento de dos metros por un metro, allí también recibía la
comida. “El día del ingreso me realizaron un registro que incluía, un registro anal por parte de un educador, nunca antes me habían hecho eso. En el centro los botes de
medicamentos se apilaban en la cocina y algunas veces te los echaban directamente a la comida. En ocasiones, después de beberme el cola cao, no podía ni levantarme de la silla”.
A los tres meses de su ingreso, el menor huyó, era el día de Navidad. Escribió una carta con comentarios suicidas a su madre en la que señalaba “si vuelvo, ¡me mato!”
donde relataba haber sido sometido a aislamiento, constantes humillaciones, abusos y vejaciones. Esteban (nombre ficticio), el padre, no pudo visitar a su hijo en el centro durante estos meses y le denegaron información sobre su estado y evolución. Sólo la madre, de quien estaba separado, podía realizar las visitas. El abogado del padre afirma que no ha conseguido información de la administración sobre el reglamento de los centros durante todo el proceso judicial iniciado, que tampoco pudo visitar al menor en el centro, ni mantener una correspondencia privada con él. Actualmente, el menor vive con su padre, está sano, escolarizado de nuevo y no toma medicación.
Este hecho fue puesto en conocimiento de la Consejería de Bienestar e Igualdad Social de la Junta de Andalucía mediante diversos escritos del abogado del padre del menor. En la única visita permitida a Amnistía Internacional por la Administración andaluza el director de la fundación y el equipo técnico (médico, psicóloga y directora) negaron la imposición de castigos y el uso de celdas de aislamiento. Durante la visita, en la que los investigadores de la organización fueron acompañados por funcionarios y distaron mucho de ser independientes, se comprobó que algunas de las habitaciones estaban bajo llave y no fueron mostradas, aduciendo que no tenían las llaves disponibles. Sin embargo, los testimonios de dos menores tomados por Amnistía Internacional ese mismo día en el centro, y durante las entrevistas realizadas a menores y familiares que pasaron por el centro durante el año 2008, se corroboró la existencia de celdas de castigo y aislamiento y la aplicación rutinaria de esta técnica.
En la reunión mantenida entre Amnistía Internacional y el Defensor del Pueblo de Andalucía se le indicó a la organización que, en abril del año 2005, éste último visitó este centro como parte del seguimiento a una queja presentada por una menor sobre los castigos y la utilización de la celda de aislamiento. El Defensor formuló varias
recomendaciones a la Dirección General de Infancia y Familia de la Junta de Andalucía para la eliminación de las celdas de aislamiento del centro. Las recomendaciones fueron aceptadas por esa instancia en su integridad. Sin embargo, cuatro años después, según los testimonios recogidos por Amnistía Internacional, las recomendaciones realizadas por el Defensor del Menor de Andalucía continúan sin cumplirse.
La Fundación Márgenes y Vínculos que dirige el Centro de Benalup fue impulsada por José Chamizo,
La Fundación Márgenes y Vínculos surgió como fusión a finales de los noventa de la Fundación Márgenes y la Asociación Andaluza para la Acogida de Menores “Vínculos”. Ambas tienen sus orígenes geográficos en la comarca del Campo de Gibraltar, Cádiz. Sus comienzos se remontan a las iniciativas sociales emprendidas en dicha comarca para la realización de proyectos de protección infantil que evitarán la institucionalización de los menores sujetos a este tipo de medidas.
En 1993, José Chamizo de la Rubia, Defensor del Pueblo Andaluz, funda y preside en Los Barrios (Cádiz) la Asociación Andaluza para la Acogida de Menores “Vínculos”. Dicha Asociación tenía como objetivo potenciar la figura del acogimiento familiar, así como realizar y ejecutar programas y proyectos relacionados con la atención a la infancia y la adolescencia en beneficio de su desarrollo integral y de sus derechos.
El 17 Julio de 1996, José Chamizo de la Rubia fue elegido Defensor del Pueblo Andaluz. Este cargo es, según la Ley 9/1983 que regula la institución, incompatible con la “afiliación” a cualquier fundación o asociación. Cuando asume el cargo de Defensor dejó de presidir y pertenecer formalmente a la citada asociación.
El 20 Noviembre de 1996, la Asociación Andaluza para la Acogida de Menores “Vínculos” fue habilitada como Institución Colaboradora de Integración Familiar por la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social (entonces Asuntos Sociales) de la Junta de Andalucía. Ello se hizo en base al recién aprobado Decreto 454/1996, de 1 de octubre, sobre habilitación de Instituciones Colaboradoras de Integración Familiar y acreditación de Entidades Colaboradoras de Adopción Internacional.
El 21 Diciembre de 1996, la Consejería de Asuntos Sociales suscribió un convenio con la Asociación «Vínculos» (Asociación Andaluza para la Acogida de Menores), para que ésta colaborara en la ejecución de Programa de Acogimiento Simple. El Convenio de Colaboración sigue aún en vigor habiendo sido actualizado con fecha 1 de abril de 2007.
En julio de 1997 se clasifica como de asistencia social a la Fundación Márgenes, de la localidad de Los Barrios (Cádiz), siendo Vicepresidente Francisco Mena de Mira, amigo personal de José Chamizo de la Rubia, Defensor del Pueblo Andaluz, actual Presidente de la Fundación Márgenes y Vínculos quien, además, esd administrador de la empresa de montajes y reparaciones electrícas SELECTRICA 2006 SL
La reacción de Chamizo ante las críticas de AI, ¿fue neutral y objetiva?
Recuérdese ahora que Chamizo dijo hace unos días: «Creo que hay aspectos del informe, referidos a los maltratos y violaciones, en los que no han sido nada exactos». Chamizo quiso aclarar que los centros denunciados ahora por AI no son los reformatorios para jóvenes delincuentes, sino residencias terapéuticas donde la Junta ingresa a adolescentes que, o bien cuentan con problemas de comportamiento, o bien quedan desamparados por sus padres. En cualquiera de los dos casos, la administración andaluza se hace cargo de la tutela de los jóvenes, haciéndose responsables de su protección.
«Estos centros son visitados por nosotros y por la Fiscalía de Menores con frecuencia, con visitas semanales; y evidentemente nunca hemos detectado casos de violaciones y maltrato con los menores, si no habríamos actuado», explicó Chamizo, quien recordó no obstante que la Oficina del Defensor ha elaborado diversos informes similares a los de Amnistía, en los que también se incluyen críticas a la gestión de este tipo de centros: «Coincidimos con Amnistía en que, [el internamiento de los menores] debe ser un recurso de Salud y no de asuntos sociales». Y es que este tipo de residencias depende de la Consejería de Bienestar Social, y no de Sanidad, a pesar de que en los jóvenes suelen someterse a tratamientos psicológicos y médicos.
Pero el Defensor reconoció ayer que en los centros terapéuticos existen habitaciones «para que los chavales suelten la violencia en un momento dado, están preparada para que no puedan hacerse daño cuando está en crisis». Pero negaba rotundamente que «sean habitaciones de aislamiento», y aclaraba que los menores están en ella «cinco o diez minutos; son perfiles de chavales complicados, que necesitan un tratamiento en régimen interno, que muchas veces son obligados, por lo haber disfunciones, pero nunca llega al maltrato».
La pregunta es si en este caso debería haberse inhibido, dadas sus relaciones con los gestores del Centro de Menores.
Yo vivo la misma situación, desde que me separé he buscado por todas las instituciones sociales que he podido encontrar ayuda para una madre que se queda sola con dos hijos, con una casa que pagar, con muchos problemas para salir adelante, sin ayuda ni economica ni social de nadie, ni siquiera de el padre. Sin estabilidad laboral, trabajando muchas horas para poder con todo y con falta de tiempo para cubrir todas las atenciones psicologicas de mis hijos. Mis peticiones desde el principio han sido ayuda psicologica para mi hijo el mayor, por entonces presentaba pequeñas alteraciones como falta de atención en los estudios, faltando a clase en algunas ocasiones, a medida que el tiempo pasaba su caracter fue cambiando de ser un niño alegre y cariñoso a melancolico, reservado y muy poco hablador. Las respuestas por parte de ssss siempre fueron negativas y muy crueles en algunas ocasiones. Todo esto nos a llevado a vivir un situación más dificil hoy en día, la falta de medios, por supuesto, por parte de estas instituciones incluyendo colegios e institutos por los que hemos pasado, pero sobre todo la falta de querer o de molestarse en ayudar, cooperar, simplemente un pequeño intento para hacer algo que no sea sancionar y quitartelo de en medio, hubiera ayudado mucho. Mi hijo hoy se encuentra en un centro por el robo de un móvil, por no saber elegir bien las amistades, por no encontrar más apoyo que el de una madre que siempre está trabajando, resolviendo problemas y enfrentandose sóla a una sociedad que nos va discriminando poco a poco. Nuestra experiencia en el centro es desastrosa, lo que todos cuentan, sanciones por no comer, sanciones por no contestar cuando le preguntan, engaños a los padres para luego derivar al juez informes con palabras que os puedo jurar que nunca he dicho y que contribuyen al negocio creado por la comunidad de madrid, la fiscalía , los centros de menores y los empresarios que forman parte de toda esta trama. Después de varios meses, este sistema \"educativo\" o sancionador mejor dicho, a llevado a mi hijo a una profunda depresión, a tratamientos con psiquiatras que no nos dan ninguna información al respecto, administración de medicamentos, tranquilizantes, que el no conoce y que yo me opongo hasta la muerte porque yo y gracias a Dios, nunca les he dado medicamentos a mis hijos, soy muy rigurosa con este tema. Si todo esto le parece a la fiscalía de menores que va a contribuir en ayudar a mi hijo a mejorar creo que todos ellos necesitarían algún tratamiento también, por la ambición demostrada en llenar estos centros con niños que en la mayoría de los casos demandan incoscientemente comprensión a sus carencias afectivas y reconocimento social para el problema que les ha tocado vivir en sus familias.
TENEMOS Q ACABAR CON ESTAS MONSTRUOSIDADES Q ESTAN OCURRIENDO EN TODO EL PAIS ,POR CULPA D UNOS \"SEÑORES\" Q UTILIZAN LA LEY PARA PROYECTAR SUS TRAUMAS, UTILIZANDO UN MEDIO,Q SE LES HA PUESTO A HUEVO LA ADMINISTRACION¿PORQUE TENDRAN TAN POCO INTERES NUESTROS DESGOBERNANTES EN Q HAYA TRANSPARENCIA? = HAY ALGUN INTERES? ,EN ARAGON SE ESTA FORMANDO UNA ASOCIACION QUE JUNTO CON OTRAS,QUEREMOS CONSEGUI Q ESTO SE PARE Y Q ESTOIS SEÑORES NO TENGAN TANTO PODER;ANPRODEFA A VUESTRO SERVICIO,MBASTA YA DE PREPOTENCIA Y ABUSO DE PODER
Esto de que tengan ese poder los organismos oficiales tenemos que hacer que se acabe.
Estan interviniendo con crueldad con su poder, considerando a los afectados como gente inútil para tener hijos y están fomentando la desestucturacion de familias.
ANPRODEFA va a luchar por los derechos de la familia y vamos a pedir responsabilidades a las administraciones,a funcionarios que no cumplen con sus funciones de acuerdo con los derechos de los afectados,con espedientes administrativos y demandas personales.
Que hable el pueblo que somos los que los mantenemos
Feliz Año a todos, espero que este sea un poco mejor para algunos en los que me incluyo yo. Me gustaría preguntar que es ANPRODEFA y como puedo contactar con ellos, muchísimas gracias por anticipado.
Querida Esther:
YA NO ESTAS SOLA……
ANPRODEFA
Esther, preguntabas qué es ANPRODEFA. Somos un grupo de familias de Aragón, que hemos sufrido en nuestras carnes, las injusticias de llevarse a nuestros menores, ese «hombre del saco» que es Protección de Menores (que lo que menos hace es proteger). En vista de la DESprotección que sufrimos frente a las instituciones, nos estamos constituyendo para luchar y hacer frente común contra ese gran muro que es a la ADMINISTRACION.
Puedes ponerte en contacto con:
María José 626919779 – en.contra.de.proteccion.de.menores@gmail.com
José Antonio 660916160
Esperanza 630734296
No tenemos gran cosa que ofrecerte de momento, porque estamos empezando, pero la idea es unirnos todos y exigir cuentas al Estado por las atrocidades que se están cometiendo.
Junto con gente de Alicante vamos a pedir audiencia al Defensor del Pueblo, para que sea sabedor de todos los casos que caigan en nuestras mano y que actue en consecuencia.
Como digo YA NO ESTAS SOLA …..
Un abrazo
Abuela desesperada