Supongo que ya conocéis la noticia: una menor ha sido violada por un hombre que contactó con ella a través de una red social, que son ahora mismo la gran vedette de Internet (pero pasarán de moda, sólo es cuestión de tiempo). No creo que sea justo criminalizar a las redes sociales por este tipo de sucesos. Sus responsables, como es lógico, no quieren que ocurran estas cosas. En realidad, el verdadero problema es Internet, una herramienta maravillosamente democrática, pero que también puede usarse como una navaja trapera. El problema es que falta regulación, que conductas que no se consienten en la vida real sí se toleran en la red. Y eso también tendrá que cambiar. Y luego está la responsabilidad de los padres, la tuya y la mía, amable, bloguero. Para que los niños no molesten, los mandamos al cuarto del ordenador y nos olvidamos de ellos. Craso error. Nadie debería contar su vida, con pelos y señales, en Internet. Y menos aún, los menores. Todos deberíamos esforzarnos para lograr ese objetivo. También las propias redes sociales, que no son culpables pero tienen su cuota de responsabilidad. Bueno os dejo con la noticia y unas recomendaciones de un experto policial.
«La Guardia Civil ha detenido a un hombre de 33 años, vecino de Chiclana de la Frontera (Cádiz) y cuya identidad se corresponde con las iniciales J.T.E., como presunto autor de la violación de una menor tras coaccionarla en una conocida red social. Según ha informado el Instituto Armado, el pasado 2 de noviembre de 2009, una menor de 16 años presentó una denuncia en la que afirmaba haber sido víctima de una «agresión sexual consumada». El agresor era un hombre que había conocido a la víctima a través de una red social primero y por correo electrónico después. Tras varios contactos, el individuo logró ganarse la confianza de la menor, obteniendo así información sobre la vida privada de la joven, como vivencias que supuestamente la comprometían en su vida personal. El detenido utilizó la información personal de la chica, aportada por ella de forma espontánea, para chantajearla y conseguir una cita.
Una vez tuvo a la víctima en el interior de su vehículo, se desplazaron a una zona descampada, donde el presunto autor del delito volvió a amenazarla con divulgar la presunta información comprometida de la joven entre personas de su entorno social, obligando a la menor a acceder a sus pretensiones. Según informaron desde la Guardia Civil, incluso en un momento determinado en la que ella llegó a oponerse, el individuo la agredió físicamente mediante un bofetón».
Recomendaciones de un experto:
Totalmente de acuerdo contigo. Creo que se deberia de dialogar mas con los niños, educar en la responsabilidad, eso lleva su tiempo, pero a la larga compensa. Todo esfuerzo tiene su recompensa.
Eso espero. Un saludo