La noticia, difundida hoy por la agencia Europa Press, me ha impactado. Por eso os la traslado (lo bueno es que los menores aceptaron la condena, es decir, que debemos suponer que estaban arrepentidos; lo malo, que todavía no la han cumplido por falta de medios). Antes, una reflexión: yo les hubiera condenado a colaborar con la Fundación de Víctimas del Terrorismo (pegando carteles o algo así). Un saludo.
«El Juzgado Central de Menores se encuentra a la espera de que la Consejería de Asuntos Sociales, Familia, Juventud y Deportes de Navarra fije la forma de cumplimiento de las 45 horas de trabajos en beneficio de la comunidad a las que fueron condenados tres menores de Pamplona que aprovecharon el recreo de su jornada escolar para celebrar un acto de homenaje a los etarras José Miguel Beñaran, ‘Argala’, y Olaia Kastresana. Fuentes jurídicas señalaron a Europa Press que la condena por enaltecimiento del terrorismo, dictada a mediados del pasado mes de septiembre, no ha podido aún ejecutarse ante la inexistencia de un convenio entre el Ministerio de Justicia y la Comunidad foral que regule este tipo de situaciones. La sentencia cuenta con el plazo de un año para ejecutarse. Según la sentencia, dictada por el Juzgado Central de Menores tras una conformidad entre las partes, los hechos ocurrieron el 26 de septiembre de 2008 en el patio del instituto Iturrama de la capital navarra, cuando los tres jóvenes, que tenían en ese momento 16 y 17 años, colocaron fotografías de los dos etarras con flores y velas a su alrededor. En ese momento, los menores –dos chicos y una chica– entonaron cánticos y gritaron proclamas a favor de los miembros de la organización terrorista ETA, según consta en el capítulo de hechos probados de la sentencia.Por todo ello y en cumplimiento de la Ley de Responsabilidad Penal del Menor, el juez central de menores les condenó como autores de un delito de enaltecimiento del terrorismo a cumplir 45 horas de trabajos en beneficio de la comunidad que podrán desarrollar «en servicios sociales y en el área de menores discapacitados».
Me parece maravilloso adoptar medidas más útiles para la reforma de los jóvenes delincuentes. Enseñarles la realidad de las consecuencias que pueden tener sus «juegos», es un aprendizaje absolutamente perfecto.
Ahora me pregunto yo, como enseñar a alguna que otra jueza de juzgados de familia a impartir una justicia equilibrada y democrática? Es justo que la titular de un juzgado de familia en Madrid contravenga la orden (regresar a España con las niñas en 48 horas)de su sustituta por vacaciones y deje que una madre, se lleve de España a vivir a otro pais a dos pequeñas sin saberlo nadie y menos el padre? Qué clase de justicia es esa? Saben el dolor tan profundo que infligen al padre que de repente se ve sólo, sin el disfrute de su hijas y con obligaciones económicas tremendas? Y además, sin comerlo ni beberlo, sólo porque se enamoró de un extrajero y decidió irse a vivir con él como hizo con el padre de sus hijas en su día, cuando se cansó de vivir con la anterior pareja, se fué a casa del futuro padre de sus hijas.Y así va de hombre a hombre y de casa a casa, teniendo hijos con uno y otro. Quién hace justicia a esos padres-hombres que desde el primer día de estrenar su paternidad, se involucraron en la crianza de sus hijos, y de repente de un día para otro que quedan sin sus hijos….?