En Granada hay ahora mismo unos 170 menores de entre 13 y 18 años que están tratamiento por su adicción a algún tipo de drogas (incluidas las ‘redes sociales’ o Internet en general, también llamadas drogas sin sustancia). Sin embargo, la mayoría de estos chavales están enganchados al cánnabis.
Hay un pequeño porcentaje de adictos a los inhalantes (pegamento, disolventes). Son niños norteafricanos que llegaron a España en los bajos de algún camión, es decir, jugándose la vida. Lo más llamativo es que, a pesar de que están empezando a vivir, ya podrían haber muerto cien veces. Según los responsables de Proyecto Hombre (contacté con ellos para hacer un reportaje sobre menores y drogas que se ha publicado hoy en la edición impresa de Ideal), por su centro pasó un niño de sólo doce años que era adicto al pegamento. La buena noticia es que se recuperó pronto. En su caso, el cambio de realidad -de Marruecos a España- fue el motor de su desintoxicación. Ya no necesitaba ‘ponerse’ para evadirse de una rutina llena de peligros y amenazas. Ahora es un ex drogadicto de sólo doce años…
Deja un comentario