Mañana sábado, día 6 de noviembre, el juez ofrecerá una conferencia en Oviedo, en el Auditorio Príncipe Felipe, a partir de las once de la mañana. En principio, la entrada es libre. Por la tarde, a partir de las 18 horas, hablará en el Colegio San Fernando de Avilés. El que asista y quiera dar su opinión, puede hacerlo aquí o en nuestra página oficial en Facebook (página oficial del juez Calatayud). Un saludo para Asturias.
Hola a tod@s.
Simplemente felicitar a las personas que hayan tenido la suerte de poder escuchar a Dº Emilio en directo. Sinceramente un 10 para el que haya tenido esta idea.
Saludos
Yo he asistido a la conferencia que ha dado en el Colegio San Fernando de Avilés y la verdad es que ha sido una autentica gozada. Una pasada.
A veces, un día, que se espera, se supone cotidiano y sin especial interés, se convierte en una fecha a recordar en el estante de los momentos mágicos.
Ayer, sábado, 6 de Noviembre. No haría 15 minutos que me había levantado, cuando suena el teléfono. Mónica, mi amiga, a la que no podré jamás agradecer el detalle, me pregunta que si estaré lista en 10 minutos para pasar a recogerme. Le pregunto, como es lógico, para hacer qué, para ir a dónde, si debo llegar calzado para caminar… Me dice que es una sorpresa, que sólo puede decirme que iremos a Oviedo (vivimos en Gijón) a una conferencia. Dado que ella es profesora de matemáticas, supongo que será alguna charla o taller que le interese y que a la vez que la acompaño, a mí pudiera resultarme entretenido.
Bajo de mi casa a medio vestir, sin peinar y sin desayunar. No hago preguntas: me gustan las sorpresas (viniendo, además, de una amiga nunca serán desagradables). Entramos en el Auditorio Príncipe de Asturias y nos sentamos. No había nadie, sólo nosotras. Faltaba aún un cuarto de hora. Observo en una pantalla que se trata de un acto de un sindicato de profesores. Mónica me dice que es para reconocer públicamente la aprobación de plazas, oposiciones, de unos y la jubilación de otros. Aunque nada tengo que ver con el mundo del profesorado, salvo que mi amiga es profe… y tengo dos hijos… es un tema que me apasiona y me cabrea a partes iguales.
A lo que íbamos. Comienza a entrar la gente. Distingo al ex-consejero de Educación de Asturias, Sr. Iglesias Riopedre, con quien en otros tiempos me tocó librar batallas educativas para el centro escolar de mis hijos (soy la presidenta del AMPA). No conozco a nadie más. Se sientas los señores y señoras ponentes y comienza a hablar el presidente del sindicato convocante. Aún no me había fijado en las 5 personas que componían dicha mesa. Repentinamente, oigo pronunciar el nombre de Don Emilio Calatayud y automáticamente miro hacía ese lado de la mesa y mi sorpresa, mi alegría es MAYÚSCULA. Acto seguido, miro a mi amiga y su sonrisa de triunfo es kilométrica. Sólo dijo: «Sabía que te gustaría estar aquí». Ella conoce mi debilidad por esa persona sensata, valiente y directa que es Don Emilio Calatayud. También supe, en ese momento, que ella llevaba tiempo tratando de regalarme el libro «Mis sentencias ejemplares» pero estaba agotado. Mónica y yo nos llamamos de cuando y cuando y nos vemos de tarde en tarde… pero este tipo de momentos te recuerda LO ENTRAÑABLE Y VALIOSA QUE ES LA AMISTAD.
¿Qué deciros de su conferencia? Nada que, seguramente, os sorprenda. Directo, ameno, juicioso (nunca mejor dicho ¡jeje!), divertido, cortés, generoso de su tiempo y sus palabras… No sé los minutos que duró su charla; seguramente más de una hora, tal vez hora y media. No mire el reloj (más que nada porque no lo uso) pero a mí, personalmente, se me hizo corto. Siempre es relativo el transcurso del tiempo: no tiene la misma duración, aunque pueda tener la misma intensidad, un minuto de dolor que un minuto de plena satisfacción. Tras su intervención, el aplauso de los allí asistentes fue tan intenso como extenso. Me acabo de enterar ahora, por este blog, que posteriormente, en la tarde, estuvo en Avilés. De haberlo sabido ayer, allí me hubiese ido, sin duda alguna, para volver a escucharle. Ciertas oportunidades no deben dejarse pasar.
Una anécdota. Cuando Don Emilio mencionó las drogas, hizo alusión a los monguis, preguntando a los asistentes si sabían lo que eran. Supongo que, además de mí que estaba en la segunda fila, cerca de él, alguien más asentiría con la cabeza; lo que aprovechó para decir que… claro… si, si… algunos los conocían… ¡jejeje! A lo cual levante enérgicamente mi dedo índice, con el unísono movimiento horizontal de cabeza, para expresar que no, no, que no los conocía por experiencia, consumo propio sino por mi insaciable curiosidad y porque hay que saber un poco de todo… aunque sea en teoría. Quizás Don Emilio reparó en mí porque estaba tan atenta y tan encandilada con su intervención que tal pareciera yo una mariposa recién salida de su crisálida que descubre el maravilloso y sorprendente mundo que la rodea.
No quisiera despedirme sin felicitaros por estupendo blog, que cabo de descubrir hoy y sin darle a Don Emilio mi más sincera enhorabuena por su ponencia y mi más profundo respeto y admiración por la labor que día a día desempeña. Personas como él hacen que la gente de a pie siga creyendo que «una justicia más justa» es posible y que la esperanza siempre debe tener cabida en nuestro loco y pendenciero mundo; y que esa esperanza no tiene otro camino, otro nombre que EDUCACIÓN.
Un abrazo inmenso
Marta María