2. Si compartes imágenes o información de otras personas a través de Internet (ya sea en redes sociales, vía mail, en webs…), asegúrate de que esos datos o fotografías no van a perjudicar o molestar a su protagonista, ni estás invadiendo su privacidad o violando su intimidad.
3. Debes estar segur@ de que esa/s persona/s autoriza/n a que esa información o imágenes sean públicas… y las etiquetes (facilitará su rápida identificación o localización por otras personas -de su entorno o no-… puede que a su pesar).
4. No reenvíes a todos tus contactos mails de las famosas “cadenas”, que tienen a cientos de destinatarios… y te piden eso de “¡Pásalo!”, ante una supuesta emergencia o cuestión de solidaridad para que no cierren un proveedor de correo, salvar a alguien o alertarte de algún grave riesgo de seguridad… Son los bulos, también conocidos como “hoax”. Lo hacen para recopilar miles de direcciones de mails… Luego no te preguntes cómo logran tu cuenta para bombardearte con spam…
5. Recuerda que “INTERNET NO OLVIDA” fácilmente la información, expresiones o imágenes que tú, gente de tu entorno, empresas y páginas de todo tipo cuelgan en la web sobre ti… Una vez que la indexan los célebres buscadores (la catalogan o “atrapan”, si lo prefieres), esa información puede ser localizable por cualquiera de forma más o menos fácil… y puede que –ya sea ahora o en un futuro- no nos beneficie en absoluto.
6. Antes de aceptar una petición de amistad o de agregar tú a alguien en cualquiera de las redes sociales, piensa si de verdad le conoces y no hay ningún inconveniente en que acceda a tus datos, tu entorno… y a tu vida íntima.
A ver si un día lográis arreglar la opción de ver las entradas antiguas, porque no ha funcionado en años 🙂