Ya adelanto que el título de este comentario es irónico. Hoy ha comenzado el juicio contra el menor al que se acusa de la muerte y violación de la infortunada Marta del Castillo, cuyo cadáver aún no ha aparecido para desesperación de sus padres y de todos los que la querían. Pues bien, una emisora de TV ha acompañado la noticia sobre el inicio de dicho juicio con una pregunta a sus televidentes: ¿Es partidario de cambiar la Ley del Menor (Para endurecerla,claro)? Eso se llama hacer trampas, aquí y en Sebastopol. Les pongo un ejemplo para entendernos, ¿qué credibilidad tendría una encuesta sobre la la corrupción en política que se hiciera coincidiendo con una noticia sobre la detención de cinco diputados por dejarse sobornar? Más bien poca,¿no?. Tenemos que ser más serios. Todos. Y no alimentar los incendios, que luego pasa lo que pasa…
Estimado Sr. Calatayud:
Le ruego publique tan pronto le sea posible alguna entrada en el blog comentando los sucesos que está viviendo la ciudad de Granada por causa del vídeo en donde un grupo de jóvenes la emprende contra otro. Me refiero en concreto a la cacería loca, sin sentido, irracional, que se ha desatado en esta ciudad, con ciudadanos reconvertidos en Charles Bronson aplicando su propia justicia al margen de la ley. Se ha puesto fin a la presunción de inocencia, se confunde sospechoso con culpable, se violan los derechos de terceros personas, se matan mosquitos a cañonazos, se amenaza y coacciona a voluntad a terceros…
Un comportamiento que sólo puede ser descrito como ajustacimiento del populacho, en forma de una turba en Internet que justifica cualquier barrabasada para lograr un fin.
La policía, la fiscalía, los abogados, los jueces… todo ha quedado aparcado en nombre de unos comportamientos que se asemejan a una cacería humana, en donde uno apunta, otros confirman y la multitud dispara, sin pruebas, sin juicio, sin derechos, sin razón ni lógica.
Lo más triste es comprobar la cantidad de bestias, auténticos garrulos urbanitas, que defienden estas prácticas y que defienden la justicia más animal y salvaje imaginable. El Oeste estadounidense ya parece un cuento de niños al lado de lo que estamos empezando a vivir.
Y lo peor de todo es que ya existen antecedentes de estas prácticas tan peligrosas y sus consecuencias, pero todos parecen hacer oídos sordos.
Se lo ruego, aporte algo de razón a lo que está sucediendo. Hoy me avergüenzo de vivir en esta ciudad.
Un lector
Con referencia al presente post.
Tiramos contra el mensajero, para no querer ver el problema.
¿Porque no realiza un comentario sobre si es o no necesario un endurecimiento de la ley del menor?