Más de 70 millones de jóvenes en edad de cursar los primeros años de educación secundaria no asisten a clases, especialmente en los países en vías de desarrollo. Datos como este han animado a Unicef a pedir al mundo que ‘invierta’ en los adolescentes. «Si los adolescentes no se educan, no pueden adquirir los conocimientos y la capacidad necesarias para eludir el peligro que representan la explotación, el abuso y la violencia a la que están expuestos», dijeron los responsables de la organización internacional, según la agencia Efe.
Unicef ha observado avances notables en la protección de la infancia, pero ese impulso suele verse frustrado al llegar a la adolescencia. En este sentido, que en Brasil consiguieron evitar la muerte de 26.000 niños y niñas entre 1998 y 2008, mientras que en ese mismo período de tiempo perdieron la vida a causa de la violencia y la delincuencia unos 86.000 adolescentes de entre 15 y 19 años. «Desde luego, es muy triste salvar niños en su primera década de vida sabiendo que muchos morirán en la segunda», según el director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake.
Se trataría, como diría don Emilio, de fomentar un ‘Pacto global por el menor’.
Unicef también recuerda que alrededor del 30% de los nuevos casos de VIH y sida que se registran anualmente corresponden a jóvenes de entre 15 y 24 años, mientras que en el mundo en desarrollo (con la excepción de China) una de cada tres adolescentes contraen matrimonio antes de los 18 años.