Los hijos que pegan a sus padres es un tema que ha estado presente en este blog prácticamente desde que se abrió. Hay varios ‘post’ dedicados a ese asunto. Aquí va uno más que certifica con estadísticas oficiales que el fenómeno va a más, lo cual -y esto también lo hemos dicho en varias ocasiones- no es necesariamente malo: puede significar que se denuncia más, que es el primer paso para solucionar un problema que solo el que lo padece sabe los duro que es. Bueno, aquí os dejamos la información.
«Las fiscalías de Menores abrieron en 2009 5.201 procedimientos por maltrato de hijos a padres, frente a los 4.211 de 2008 y a las 2.683 causas de 2007. Es decir, que estos casos se han duplicado en apenas tres años, según una información J. Luis Álvarez para la agencia Colpisa. Para José Miguel de la Rosa, fiscal de Menores, «está claro que hay una crisis del principio de autoridad» en la familia, «lo que hace que algo que hace quince años era impensable, que los hijos pegaran a los padres, ahora desgraciadamente no es impensable sino que año tras año se incrementa». La propia Fiscalía General del Estado se vio obligada a dictar una circular sobre cómo había que abordar este fenómeno «que es relativamente nuevo». Para De la Rosa el origen de estos abusos de los jóvenes hacia sus mayores puede estar en un «déficit educativo». «En muchos casos no se ha ejercido la autoridad paterna de la forma adecuada. Hay una disciplina relajada en casa, ha habido demasiada permisibilidad y entonces llega un momento en que se produce la agresión», dice».
Y lo que te rondaré, morena. Cuando las leyes a base de ser protectoras y paternalistas convierten a los individuos en impunes, incluidos los menores, mal vamos.
Tengo una duda.
¿Han aumentado los casos o lo que ha aumentado es que los padres ahora se atreven a denunciar a sus hijos maltratadores?
Creo que al igual que la violencia de genero, no es que haya mas que antes, que no lo creo, sino que ahora se denuncia mas que antes (y todavia quedan muchos, padres y mujeres, maltratados que no se atreven a denunciar.
Desgraciadamente, la noticia comentada en este post se ha visto refrendada también hace poco en un estudio hecho por la Diputación de Bizkaia. Los datos coinciden ya que se han duplicado estas situaciuones en esta provincia.
De hecho, nosotros, que trabajamos en un servicio telefónico de atención a Infancia y Adolescencia (Zeuk Esan – 116.111), hemos podido comprobar, en unas cuantas llamadas realizadas por madres y padres, que este fenómeno va en aumento.
Una vez más, como en otros muchos casos, fundamental la tarea educativa con nuestros jóvenes: transmisión de valores, de respeto, de empatía, no tener miedo a decir NO, fomentar la tolerancia a la frustración, etc…
Gracias por su blog!
Las leyes no pintan mucho con los niños y los padres…
Muchos malos tratos empiezan antes (a nadie se le ocurre denunciar que su hijo de cinco años le da patadas… incluso puede ser divertido, pero luego crecen…). Destronar al rey a los catorce años no es fácil.
¿La culpa? sólo interesa al que tenga que dictar sentencia.
Los reyes de la casa son un bien escaso… y la sociedad no facilita mucho las cosas (la publicidad suele dirigirse a los niños, los compradores)… se puede llegar a los catorce años sin enfrentarse a una frustración…
La solución la ha dicho Zeuk Esan. Solucionar los casos ya es más difícil