He aquí una historia ejemplar. Un juez de Málaga ha ordenado a joven ‘ni-ni’ de 25 años que salga de casa de sus padres y se busque la vida. Este es un tema del que ya hablamos aquí https://www.granadablogs.com/juezcalatayud/2011/02/los-padres-no-podemos-divorciarnos-de-nuestros-hijos/ La información es de la compañera Montse Martín y ha sido publicada hoy tanto en www.sur.es como en el diario Sur de papel. Aquí va un fragmento de esa noticia.
«Un juez de Málaga ha dado un plazo de un mes a un joven de 25 años para abandonar el domicilio de sus padres a los que demandó porque se negaban a darle dinero, aunque le mantenían y le estaban pagando la letra del coche. La sentencia del Juzgado de Familia número 5 considera que el chico puede vivir por su cuenta, ya que tiene edad suficiente para trabajar y además posee conocimientos y habilidades en un sector tan especializado como la inversión en bolsa. No obstante, para no provocarle «una situación repentina de inasistencia», acuerda que los padres les abonen una pensión temporal de 200 euros mensuales durante dos años.
Rafael (nombre ficticio del joven) tiene 25 años. No trabaja y está matriculado en la Facultad de Derecho, aunque con un expediente académico deficiente, ya que solo tiene aprobadas tres asignaturas de toda la carrera. En definitiva, da el perfil de lo que se ha llamado generación ‘ni-ni’, jóvenes mayores de edad que viven con sus padres y que ni estudian ni tienen un empleo.
Además, la convivencia familiar era ya insostenible por el alto grado de tensión y conflictividad que había alcanzado. En este ambiente de hostilidad llegó un momento en que los progenitores se negaron a entregar el dinero que les exigía su hijo. La reacción de éste no se hizo esperar. El joven presentó una demanda en el juzgado en la que exigía a sus padres que le pagaran 400 euros mensuales además de seguir viviendo en el domicilio.
Los padres declararon ante el juez que el chico les maltrataba psicológicamente y les insultaba, lo que en la sentencia se considera acreditado por la declaración de otro hijo. Los progenitores explicaron que el joven no trabajaba, que con 25 años estaba todavía en primer curso de Derecho y que solo había aprobado tres asignaturas. Además, le habían venido manteniendo durante todo este tiempo e incluso le habían comprado un coche por el que estaban pagando 235 euros al mes».