Agosto de 2011. Tres adolescentes se bañan en la piscina de una urbanización en Granada. Bueno, en realidad no se bañan: se han empeñado en saltarse todas las normas de convivencia del recinto y lo están consiguiendo. Juegan a la pelota, saltan al agua sin mirar si hay alguien debajo, pegan alaridos… Ajena a las goriladas de su hijo y sus amiguetes, la madre de uno de los muchachos lee un sesudo libro a la sombra de un árbol. No les riñe ni les llama la atención. Entonces entra en acción un empleado de la urbanización y dice, muy amablemente, a los chavales que se comporten mejor. La madre levanta entonces los ojos del libro y… ¡echa a la bronca al empleado! El hombre pide disculpas y se va. Los ‘chulopiscinas’ siguen haciendo el bestia con el apoyo tácito y explícito de mamá.
Moralejas: que alguien lea un libro no prueba que no sea un analfabeto y segunda, se empieza así y se acaba agrediendo a un maestro porque castigó a nuestro niño.
Basado en hechos reales. Un saludo.
Así nos va..