Esto de la crisis es como una película de Berlanga, pero sin gracia. Como en los largometrajes del añorado director, en la crisis no hay protagonista: es un espectáculo coral. Todos hablan a la vez y no se entiende nada. Bueno, y se entiende algo es una majadería. No me refiero solo de España. Los actores del resto de Europa también son un desastre. Unos días dicen que le den morcilla a Grecia y al siguiente, que hay que salvarla como sea. Luego nos piden que nos apretemos el cinturón y, a la vez, que consumamos más, que esto se hunde. Lo que nadie aclara es como se consigue una cosa y su contraria. ¿Dónde han estudiado estos economistas y políticos? ¿Quién les dio el título? ¿Por qué nadie les suspendió en su día: nos habríamos ahorrado toda esta zozobra? Ya hay gente que está sacando sus ahorros de los bancos para guardarlos bajo el colchón, como antaño. A eso estamos llegando.
Nosotros no conocemos la solución, pero ofrecemos este espacio para el ue quiera desahogarse. Eso sí, con respeto. La ineptitud no debe hacernos perder la educación.