Es un tema delicado. La Junta de Andalucía ha detectado que algunos de los menores marroquíes que llegan a España y están acogidos en refugios públicos pertenecen a familias totalmente normalizadas, incluso acomodadas (médicos, notarios… es lo que han dicho en alguna emisora de radio). Al parecer los chavales, hablan prácticamente a diario con sus progenitores a través del móvil. Es decir, que no estarían desamparados ni nucho menos. No serían ‘niños-patera’. En este sentido, y según informa Europa Press, «el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, ve «bien y correcto» que la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social de la Junta vaya a denunciar en los próximos días a seis familias marroquíes por «abandono» de sus hijos menores en centros de acogida de Andalucía, tras constatar que se trata de niños procedentes de entornos familiares «absolutamente normales» y con recursos económicos suficientes para mantenerlos; ya que considera este hecho «un abuso con el que hay que acabar y ante los que hay que alzar la voz».