La crisis tiene efectos insospechados: como la cocaína es cara, cada vez son más los adictos a esta sustancia que se acercan hasta los centros de tratamiento para desengancharse porque no pueden pagarse el hábito. Lo ha dicho hoy en Granada el director de la ONG Proyecto Hombre en la provincia, Manuel Mingorance. Según la agencia de noticias Europa Press, Mongorance ha puesto de manifiesto el aumento de usuarios en la asociación a consecuencia de la crisis. Por un lado, porque la «frustración» por la pérdida de trabajo ha llevado a numerosas personas al consumo de drogas y, por otro, porque la disminución del poder adquisitivo ha provocado que consumidores de cocaína, por ejemplo, ya no puedan permitirse pagar su dosis, y tengan que acudir a pedir ayuda.
Por su parte, el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, ha pedido este jueves una «reacción ciudadana» contra las drogas y ha alertado de la «pérdida de conciencia» de este problema por parte de la sociedad, pese a que el consumo es el mayor de la historia. A su juicio, la cocaína y las drogas de diseño son las que han cambiado la percepción social de las drogas, ya que los grupos sociales que las consumen son habitualmente de clase media o media-alta, y no tienen directamente relación con la delincuencia. Según el Defensor, es un «drama» el que tienen que enfrentar muchas familias cuando alguno de sus miembros se ve inmerso en algún tipo de adicción, no sólo a las drogas, sino también al juego, al sexo, o a Internet, que «va en aumento».