
Buenas, soy Emilio Calatayud. Ya están aquí unas fiestas que siempre tienen una doble cara, un doble sentido. Cuando en casa hay niños pequeños, son la mejor época del año. Disfrutas con ellos. Pero cuando los niños crecen y, sobre todo, cuando falta alguien, la Navidad puede traerte mucha tristeza. Te acuerdas de los que no están, su ausencia se nota más que nunca y hay quien siente la tentación de huir de la Navidad. Yo creo que no debemos huir de la Navidad. Tenemos que intentar recuperar el espíritu navideño, como cuando había niños en casa. Hay escribir la carta a los Reyes Magos y no dejarnos arrastrar por la tristeza. Se puede recordar a los que no están y, a la vez, buscar la felicidad en estos días. Os deseo lo mejor a todos.
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