Buenas, soy Emilio Calatayud. No pretendo que lo que voy a escribir suene a prohibición. Son solo recomendaciones. Estaría bien que los teléfonos móviles -y también otros aparatos de eso que llamamos nuevas tecnologías de la comunicación- incluyeran, además de la hoja con las instrucciones de funcionamiento, una serie de consejos destinados sobre todo a los padres y los menores. Me refiero a avisos del tipo: «Los teléfonos móviles -o Internet- provocan adicción». O: «Este aparato puede ser usado para cometer delitos contra la intimidad». Tampoco estaría de más que se recordase a los padres que son ellos lo que tienen que pagar las indemnizaciones por los delitos que cometan sus hijos menores de edad. Habrá quien piense que es una exageración lo que digo, pero es que los móviles suelen ser el ‘regalo estrella’ para los niños y, me temo, que los padres no somos muy conscientes de lo que ponemos en manos de nuestros hijos. Son herramientas muy buenas, pero también pueden ser utilizadas para cometer infracciones. De hecho, está ocurriendo, y más a menudo de lo que sería deseable: grabaciones de vejaciones, amenazas, etc. Lo vemos a diario en los juzgados de Menores. Recientemente, di una charla para empresarios y, entre ellos, había responsables de compañías de telefonía. Pues les dije lo mismo que estoy diciendo aquí. No creo que por eso perdieran negocio. Al contrario. Los padres agradecerían que se les vendieran teléfonos diseñados para niños. Incluso se podría hacer por tramos de edad: teléfonos para niños de diez a doce años, de doce a catorce, etc. Insisto, no se trata de prohibir nada, si no de educar.
Un saludo.
Qué buena idea! Qué bueno que la comparta! Como madre, le doy la razón: agradecería que vendiesen teléfonos diseñados para niños. Saludos
Taambien deberian solicitar confirmación de consumos desorbitados.