Aquí os dejamos algunas reflexiones de expertos y padres que asisten a un taller en Madrid sobre el uso de la ‘tele’ como ‘canguro’ para tener entretenidos a los hijos y que no molesten. En el taller, según informa la agencia Efe, también se analizaron los nuevos retos que plantea la integración de Internet a la televisión. En este sentido, «el principal obstáculo -dice la noticia- al que se enfrentan los progenitores es la brecha digital que les separa de sus hijos respecto al manejo de las nuevas tecnologías: «Como progenitor te sientes totalmente anulado y no tienes forma de saber controlar, porque tu hijo puede manejar mejor un smartphone».
Pese a que «uno de cada tres niños tiene tele en su cuarto», los avances tecnológicos propiciados por el desarrollo de Internet han impulsado la aparición de servicios y plataformas que han generalizado la tendencia de consumir contenidos audiovisuales de forma individualizada.
Antonia Almodóvar, que asiste al taller, tiene un hijo de diecisiete años que «consume televisión de manera individual» ya que «desde los doce años, tiene su portátil», algo que, según ella, le ha aislado porque «la comunicación a través de estos medios no es más enriquecedora; sí amplía el alcance y el radio de acción, pero al mismo tiempo corta la comunicación con los más allegados».
“el principal obstáculo -dice la noticia- al que se enfrentan los progenitores es la brecha digital que les separa de sus hijos respecto al manejo de las nuevas tecnologías: “Como progenitor te sientes totalmente anulado y no tienes forma de saber controlar, porque tu hijo puede manejar mejor un smartphone”.
1.- A estas alturas un taller sobre la TV canguro me parece una tomadura de pelo.
2.- La brecha tecnológica es un tópico, sobre todo en padres de menos de 45 años.
3.- La asistencia al taller debe ser de gente de posibles, con cuarto individual, portatil desde los 12 años, smartphone… (por cierto; ¿El padre tiene móvil o usa teléfono negro de los de montera?.
Desde mi punto de vista, el principal obstáculo es que no queremos hacer lo que nos corresponde, y para esto no hacen falta talleres.
Si quieres perder peso, no vayas al endocrino, habla con obesos crónicos.
Saludos
A Paloma.
No pertenezco a este taller ni lo conozco. Pero tengo alumnos que pasan 6 horas diarias y más viendo la tele. En clase y en la vida, absolutamente apáticos. A merced de cualquier influencia. No es ninguna tomadura de pelo.
Muchos padres hoy en día delegan en las máquinas (TV, ordenadores, videoconsolas, teléfonos y demás) para que sus hijos estén calladitos y controlados. De momento les es muy útil. Esos canguros les hacen un servicio. Pero la factura puede ser muy cara: gente cada vez más egoísta, insolidaria, que depende de las máquinas para divertirse y para dar cualquier pequeño paso, que prefiere el sedentarismo, que prefiere una pantalla a la realidad… que prefiere, no, perdón, que la necesita.
Su formación espiritual (no hablo de una religión en concreto), su amor por la naturaleza, el pensar en los demás… son cosas que les «rallan». Donde esté la última versión del último juego o el último vídeo chorra de Youtube…
La dificultad de atención, de concentración, de esfuerzo continuado… son evidentes en clase. Los que tienen la suerte de tener padres responsables que no les entregan a esos canguros con cheque en blanco, son chicos que salen adelante. Los demás… hay que hacer talleres y lo que haga falta para tomar consciencia e intervenir.
Hola Juan:
Estoy totalmente de acuerdo contigo, por eso escribí el comentario: El problema es la delegación de funciones en otros (TV, consola…, aún sabiendo las consecuencias que esto tiene.A estas alturas todos sabemos lo que hay que hacer, a eso me refiero con lo de la tomadura de pelo.
El problema, como tu bien dices, es tener la suerte de que el padre sea responsable, consecuente y coherente…y con ganas de estar, jugar y \"sacrificar SU precioso tiempo\" por sus hijos.
No es problema de ignorancia, insisto, es problema de actitud y esto, los talleres no lo solucionan ( al menos eso creo yo por lo que veo en mi entorno, también acomodado). Ocurre algo parecido cuando informas sobre alimentación, ejercicio físico, tabaco, alcohol a adultos. Todos sabemos lo que hay que hacer, nos bombardean por mil sitios y desde hace años, no necesitamos teorías, y seguimos haciendo lo que no debemos, con miles de escusas. La diferencia es que en el caso del que hablamos,las conscuencias son para los que teóricamente, más queremos (pero menos que a nosotros mismos).
Saludos
Paloma