A pesar del riesgo de ser considerados analfabetos digitales, ni don Emilio ni un servidor estamos en twitter. Sinceramente, bastante tenemos con lo que tenemos como para meternos en más berenjenales. Lo cual no quiere decir que menospreciemos esa red social ni nada por el estilo. Es que no tenemos tiempo, de verdad. Internet te obliga a estar hiperconectado y a nosotros, de cuando en cuando, nos gusta desconectar. Incluso el uno del otro, que es bastante sano. No sé, echar una cervecita, asomarte al Mirador de San Nicolás para ver la Alhambra… Cosas así. No obstante, picado por la curiosidad, he echado alguna vez un vistazo a eso que llaman ‘Treding topics’ -los asuntos de los que más habla la gente, según twitter- y, la verdad, me he quedado un poco decepcionado. En la mayoría de los casos, los temas supuestamente más discutidos son chorradas sin el más mínimo recorrido. Podría poner algún ejemplo, pero es que causan vergüenza ajena. Es verdad que también hay temas graciosos, chistes de más o menos calidad. Conclusión: los ‘Trending topics’ son un mero divertimento -lo cual también es importante-, pero de ahí a sacralizarlos hay un trecho. En realidad, todo ha cambiado para que sigamos igual. Cuando yo estudié periodismo, nos decían que la sangre y el sexo eran dos apuestas seguras para llamar la atención del público. Pues ahora sigue ocurriendo lo mismo. Aunque lo llamen ‘Trending topics’. Un saludo. Y ‘twitteadnos’ el blog: a ver si logramos ser ‘Trending topics’, ja, ja, ja…