Don Emilio, cuando está optimista, ve cosas buenas hasta en la crisis. Aquí ha hecho algún comentario al respecto. Por ejemplo, como hay menos dinero, las familias están más tiempo juntas y, además, muchos chavales están volviendo al colegio para acabar los estudios que dejaron colgados para subirse a un andamio a poner la drillos. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. El ültimo informe del Defensor del Menor de Andalucía alerta sobre un fenómeno conocido, el de los hijos que maltratan a sus padres, pero que tiene nuevos rostros. Parece ser que hay niños que no se acostumbran a vivir con menos, no soportan la crisis y quieren seguir manteniendo el mismo tren de vida que antes de la recesión. Y como no hay, se ponen violentos…
Así lo cuenta el Defensor en su informe anual: «Pues bien, a los anteriores grupos -de menores maltratadores- hay que unir una nueva tipología constituidas por menores que no aceptan las limitaciones o reducciones de bienes materiales y de servicios impuestas por las familias. En épocas anteriores, estos niños y jóvenes estaban acostumbrados a una serie de comodidades y a un nivel de vida que han debido ser reducidos drásticamente por la merma de los ingresos familiares. Pero ocurre que estas restricciones no siempre son bien aceptadas, y son fuentes de importantes conflictos familiares que, en ocasiones, llegan a desembocar en agresiones hacia los progenitores. Unos padres que castigados por la coyuntura económica se encuentran en la encrucijada de hacer frente a otro nuevo problema familiar, sintiéndose desbordados e incapaces de afrontar esta nueva dura realidad cual es que sus hijos los maltraten». Dramático.