Aquí os dejo una breve reflexión que seguramente es fruto de la empanada que, a su vez, causa ‘la caló’ que hace por aquí por Graná. Es una costumbre muy curiosa: Cuando uno de nuestros hijos va a perpetrar alguna trastada en un lugar público y hay un policía cerca -o un guarda jurado o lo que sea-, indefectiblemente, tendemos a delegar nuestra autoridad en el uniformado. Es aquello de: «¡Niño deja eso, o ese policía te castiga». ¿Pero no deberíamos ser nosotros los ‘castigadores’? ¿Qué concepto de las fuerzas del orden van a tener nuestros críos? Ya digo, igual es una bobada producto del calor…, pero…
Pues si, y es algo que hoy día se sigue haciendo. Pero no solo con policías. Con cualquier otra persona que no sea el propio padre.
Un ejemplo:
Entra una madre con su hijo a la oficina. El niño se porta mal y la madre con toda seguridad le dirá…
«no te portes mal que este señor se enfadará(dirigiéndose a cualquier empleado o al director de la oficina).
Lo que sea antes que quedar como el papi/mami malo 🙂
Porque simplemente los niños pasan de los padres olimpicamente…les tienen cogida la medida y no les hacen ni «mijita» de caso. Así que los papis en vez de hacer valer su autoridad y poner los «oeufs» encima de la mesa, pues la delegan en otros y así es más comodo y fácil….Así nos va…
Porque se han perdido los valores familiares y muchos padres creen que la educación de los hijos es cosa de los demás…
No le deis mas importancia de la que tiene, no es delegar en otros, es simplemente una forma de enseñar a respetar la autoridad y a que sepan que en publico, aunque vean que están fuera de su terreno, donde ya los padres imponen unas normas, no pueden hacer lo que quieran, aunque los padres no los miren, y si de esta forma toman conciencia de la autoridad uniformada y de la autoridad civil, como jefes o encargados en oficinas y de este modo sabrán que no solo los padres pueden regañarles.
También pensad que solo se le dice a los niños pequeñitos, después cuando crecen un poco veréis que ellos mismos a hermanitos pequeños, primos u otros niños, también les dicen que el señor de allí te regañara si te portas mal. nada mas.
Soy docente. Si pasamos todo esto al campo de la docencia nos daremos cuenta de que no solo pasa eso, sino que será el padre/madre el que le pida cuentas al docente de por qué le ha regañado a su hijo/a.
un saludo a los granainos
Coincido con José C. Yo creo que tampoco hay que darle tanta importancia al asunto, es como cuando te decían que venía el coco… Lo importante es que les quede claro que hay cosas que están bien y otras no. No deja de ser algo anecdótico.