Según una información de la agencia EFE, «en España, seis de cada diez jóvenes residen en el domicilio familiar con escasas perspectivas de acceder a una vivienda y, aunque la crisis ha traído cierta sobreoferta de pisos, los menores de 30 años se ven obligados a rechazarla por falta de crédito para la compra o de ingresos para el alquiler».
Conclusión, que como esto no cambie -que parece que no- el nido va a estar lleno hasta… ni se sabe.