La noticia es de Europa Press y unifica doctrina sobre un problema que suele presentarse de cuando en cuando: la colisión entre la salud y las creencias religiosas. Pues bien, «la Fiscalía General del Estado ha remitido a todas las fiscalías una circular en la que deja claro que los testigos de Jehová no podrán oponerse a que sus hijos reciban transfusiones de sangre en situaciones de «gravedad», ya que en estos casos se «priorizará el interés superior del menor» por encima de la voluntad de sus representantes legales o incluso del propio menor.
Así lo asegura en su escrito el órgano que dirige Eduardo Torres-Dulce, ante los «conflictos» que surgen en clínicas y hospitales cuando hay que realizar transfusiones de sangre y otras intervenciones médicas urgentes y graves a menores pertenecientes a esta confesión religiosa».
En Derecho se enseña el caso de los testigos de Jehová como el ejemplo clásico de aplicación del estado de necesidad, con un auto de 1979 y una Sentencia del 82. 30 años después y todavía hay que aclarar este tema, madre mía…