Buenas, soy Emilio Calatayud. Voy a decir algo que parece obvio: un adolescente de quince años ya no es un niño, pero tampoco es un adulto. Así que hasta los catorce van al pediatra y después pasan al médico de adultos. Pero ellos no acaban de verse ni en un lugar ni en otro. Creo que sería necesario crear la figura del médico especializado en adolescentes para que tuvieran una atención adecuada a sus necesidades físicas y psicológicas, que, repito, no son las de un niño ni las de un adulto. Igual en algún sitio ya existe. En ese caso, sería bueno que se generalizara. Creo que nos ahorraríamos algunos problemas. Y, ellos, los adolescentes, serían más felices.
Cierto y, desde cualquier punto, razonable y acertado.
El problema está en quienes tendrían que hacerlo posible, no por parte de los médicos, sino del sistema sanitario.
Con los desatinos, incoherencias y despropósitos que hay en los servicios sanitarios que ya se prestan, me resulta difícil verlo hecho realidad.
De todas formas, la esperanza es lo último que hay que perder.
D. Emilio estoy totalmente de acuerdo con su propuesta.
Soy enfermero y trabajo con adolescentes que consumen, sobre todo cannabis y alcohol.
En el día a día observo que no estamos preparados/formados para trabajar con ellos y sus familias.
A mis chic@s el sistema sanitario los ignora, de hecho en muchas Comunidades los tratan los servicios de salud mental infantil hasta los 17 o 18 años (se les considera “niños chicos” y además “taraditos”). Al cumplir la mayoría de edad pasan a los centros especializados: Unidades de Conductas Adictivas, Centros de Atención al Drogodependiente, etc.
A mi juicio, parte del problema está que estos chaval@s son los menos frecuentadores del sistema sanitario y por tanto no se les conoce.
Otra de las razones puede ser que la adolescencia, como fenómeno social actual, no tiene más de dos décadas y esto hace que estemos en mantillas sobre como son, que piensan o como nos podemos comunicar con ellos…
Afortunadamente tengo la suerte de estar en una Unidad que hace algo más de dos años empezamos a trabajar este desafío.
José José Gil (J.J.)