Hay un principio que dice que los jueces hablan a través de sus sentencias y, como es lógico, estoy de acuerdo. Pero también creo que los jueces no solo deben hablar a través de sus sentencias. Me explico. En el caso de los desahucios han sido muchos los compañeros -y todas las asociaciones- que han hablado sobre este drama y han contribuido -junto a otras muchas personas y sectores: hasta los policías y los cerrajeros se han revuelto- a que los partidos se decidan a pactar para intentar impedir que no ocurran más desgracias. Creo que todos debemos felicitarnos por ello. Gracias a Dios, cuando los jueces hablan -de viva voz y no solo a través de sus sentencias-, pueden ayudar a mover las conciencias de los legisladores y posibilitar los cambios. Nos alegramos.
Muy de acuerdo D Emilio, a ver si con esto se pierde el miedo y se acaba con esa anacrónica reticencia. Los jueces son personas, han de ser accesibles y de cara a la realidad, no puede existir todavía ese concepto de “endiosados”, la Justicia emana del pueblo. Los periodistas y los jueces están llamados a liderar la regeneración democrática como el otro día los comparó Grande-Marlaska. Entre “un juez estrella” y aquellos que “sólo hablan con sus sentencias”, ha de existir un término medio. Es posible facilitar la comprensión del lenguaje sin detrimento de calidad tecnica-jurídica, el PJ ha de defenderse más, no ser tan retraído, explicar por qué se toman determinadas resoluciones, explicar que las leyes son las que hay, reclamar las reformas oportunas con más ahínco (como se ha hecho en este caso y se ha provocado esta reacción), etc. Está bien eso de que “el Juez se pronuncia en sus sentencias”, pero si esa sentencia no se entiende para la ciudadanía, entonces no se pronuncia en ningún sitio. Mayor presencia de los Gabinetes de Comunicación que para eso están. Se ve mucho criticar, que “uno ha salido de la cárcel a los x años”, que “no se ha ilegalizado tal” o “que otro ha salido libre”… pero nadie sale diciendo que la ley es la que hay y la que hay que aplicar, que no se ha demostrado nada y existe la presunción de inocencia, etc. y luego vienen los problemas de que la gente reclama cadenas perpetuas, penas de muerte y cualquier barbaridad. Y se legisla a golpe de programa del corazón.
Como leía en un artículo de el País sobre el informe de los jueces decanos: la venda es de la imparcialidad, no de la insensibilidad. Y tapa los ojos, no la boca.