Buenas, soy Emilio Calatayud. A mi juzgado llegan muchas cartas. Lo contábamos Carlos y yo en ‘Mis sentencias ejemplares’. Hay remites de toda España. Las hay alegres, otras son tristes, otras desesperadas… Y lo que más rabia me da es que en la mayoría de los casos es poco lo que se puede hacer. El otro día recibí una de una niña que está en un centro de protección. Me pedía que la ayudase porque la iban a devolver a su madre y ella no quería. Lo primero que te pasa por la cabeza es: ¿Cómo tiene que estar esa familia para que una chiquilla no quiera estar con su madre? A pesar de ello, decía que la administración la va a obligar a volver. Y yo me pregunto: ¿No querrán deshacerse de ella para ahorrar, por la crisis? Eso sería muy, muy preocupante.