Ha estado en Granada el procurador nacional antimafia de Italia, Pier Luigi Dell’Osso. Vino a hablar del blanqueo de capitales, de los paraísos fiscales, del crimen organizado, en definitiva, del dinero sucio. Y dijo que son los nuevos jinetes del Apocalipsis -los tradicionales eran muerte, guerra, hambre y peste-. Según Dell’Osso, el único motor del crimen hoy en día es el dinero. Ni siquiera el poder tiene ya tirón. Ahí está la causa de la crisis. Dell’Osso afirmó que si los paraísos fiscales desaparecieran de repente -algo que desgraciadamente es imposible- el mundo cambiaría radicalmente para bien. Un dato más: la civilizada Suiza podía tardar hasta diez años en dar un dato sobre una cuenta bancaria -afortunadamente, eso parece que está cambiando-. Si no nos esforzamos, estos son los valores que legaremos a nuestros hijos: dinero, dinero, dinero… Como diría el juez, bastante bien salen nuestros chavales con los mayores que tienen.
Sí, dinero, dinero, dinero… pero para unos poquitos. Con ese dinero, traen muerte, guerra, hambre y peste a una inmensa mayoría de la humanidad.
Como he leído por ahí, para acabar con la crisis, si es que esto es una crisis, que invadan los paraísos fiscales.