Este verano parece que va a ser entretenido con los casos ‘EREs o Bárcenas’, que ya se han convertido en símbolos universales de lo que no debe ser. ¿En qué colegios estudiarían estas gentes? ¿Qué vieron en sus casas para acabar como han acabado? Como dice don Emilio, todos hemos delinquido alguna vez, pero eso no nos convierte en delincuentes. Pero lo de estas personas y, siempre presuntamente, ya era vicio. En fin, que dice Bárcenas -en su ya célebre entrevista con el director de El Mundo- que también hay algún periodista que ha puesto la mano. Puede que sea verdad o puede que no, pero, por si las moscas y aunque no soy nadie, pido disculpas y espero que todo mi gremio no se vea ensuciado cuando aparezcan nombres de periodistas, si es que aparecen, ya digo. El periodismo no pasa por su mejor momento, pero la mayoría de los informadores que yo conozco son buena gente que están tratando de mantenerse a flote en una época de cambios brutales para la profesión. Son personas que sobreviven con sueldos (cada vez más) modestos y que se juegan la cara o una querella casi a diario. No son héroes, no hay que exagerar, pero tampoco chorizos.
Pero haberlos haylos ¿no?
No hay más que ver como se olvidan noticias
Ya no se oye hablar de la corrupción generalizada, ni de los catalanes independentistas, ni de la protesta ciudadana.Bárcenas ocupa el escalón más alto de la histeria de los medios, demasiado formadores de opinión para mi gusto. No dan la noticia; la maquillan, le ponen tacones y la presentan con sus ropas puterilEs.Ahora tenemos gente experta que nos dice lo que hemos de creer y hace formación partidista. No se limita a informar, modela en su torno de alfarero el pensamiento de la sociedad.De la censura de Franco al poder ilimitado de la «información».Bárcenas es del PP, de la cúpula nada menos y con esos no comparto nada, pero tanto sobre uno solo produce agotamiento mental.