Buenas, soy Emilio Calatayud. He dejado a los hijos al cuidado de la casa en Granada -‘vayamos a pollas’, como decimos los granaínos- y estoy haciendo una parte del Camino de Santiago. Era una cuenta pendiente y un compromiso de futuro. Somos seis amigos. Hoy hemos salido de Sarria, en la provincia de Lugo, y hemos andado hasta Portomarín, también en Lugo. En total, unos 23 kilómetros, que para empezar no está mal. Hemos llegado bastante bien… No estamos hechos ‘peazos’ ni nada. Ya veremos mañana. Hoy salimos de Sarria a las ocho de la mañana y llegamos a Portomarín alrededor de las tres de la tarde, la hora justa para comer algo y tomar una cerveza. El tiempo es bueno. Estaba nublado, pero no hacía calor, lo que, viniendo de donde venimos, se agradece un montón. Lo que más me ha llamado la atención de esta primera jornada -aparte de que estoy más en forma de lo que pensaba y de la belleza de estos parajes- es la cantidad de gente joven que te encuentras en el camino. Ha sido una sorpresa muy agradable. Hemos conversado con gente de Sevilla, de Málaga, de Francia y hasta de Corea -del Sur, claro-. No se lo que pensaré mañana, pero el estreno ha sido muy agradable. Os lo recomiendo… Hace ya unos años ‘condené’ a unos menores a hacer el Camino de Santiago. Regresaron muy contentos. No me extraña. Ahora me he ‘autocondenado’ yo. Y no me arrepiento. Nos quedan unos 80 kilómetros para llegar a Santiago…
Hacer el camino es algo estupendo, sobre todo cuando llegas a Santiago yo lo hice hace unos años y estoy deseando volver. Un recuerdo muy emotivo y cariñoso para las personas que han sufrido el accidente de tren y sus familiares, justo antes del día del apostol.Buen camino.
Nunca se debe ser demasiado mayor para hacer el camino a Santiago. Es una asignatura pendiente para mí. Hoy ya festividad del Santiago Apóstol siento gran «envidia» por quienes abrazareis al Apóstol al que yo sí he abrazado en numerosas ocasiones. Aunque no es recomendable ni deseable que nuestros jóvenes delincan me parece muy acertado que se imponga como medida hacer el camino de Santiago. Uno se lleva más de lo que da, siempre. Me alegro mucho que hayas podido hacer el camino. Yo me conformo con el abrazo, que no es poco.
¡Qué gran idea la de condenar a hacer el camino de Santiago a jóvenes! Es una manera de mostrar otras formas de estar en este mundo mucho más enriquecedoras, otros lenguajes, otra forma de vivir, quizás una oportunidad para cambiar de rumbo y que sus propias familias no han podido o sabido ofrecer a estos jóvenes. Bravo por la idea.