Buenas, soy Emilio Calatayud. De repente, ¡ruido! Es que los políticos españoles (hago la precisión para los lectores extranjeros), nuestros políticos, han vuelto de vacaciones. Con lo tranquilos que estábamos. Ninguno merecería tener vacaciones, pero ya que se las cogieron, podrían haberse quedado unos días, o unos meses, más. Nos habrían evitado el ruido, que siempre es muy molesto.
Ahora que lo pienso, voy a tener que escribir algo bueno sobre los políticos. Suelo ser demasiado negativo o pesimista cuando toco este asunto. Un saludo.
Desgraciadamente no es el único que se siente decepcionado por los grupos políticos al ser testigos mudos dos tercios de los españoles de la corrupción que hay en el poder. Los intereses de los ciudadanos se quedaron en la propaganda electoral. Y desde que en el año 2007 España en ésta desgarradora crisis que tantas tragedias humanas está costando en la clase no política, ésta en vez de honradamente velar por nuestros intereses, ante los escándalos de corrupción sólo han aprendido a callar al contrario con una frase: Y tú más. Hay que mandarlos a la escuela porque han perdido los valores esenciales para estar donde están. Y encima y a nuestra costa, regresan de unas ¿merecidas? vacaciones. ¿Los que no somos de la clase política es que acaso somos menos y no nos lo merecemos?. Qué lástima con el trabajo que constó instaurar la democracia, está claro que salvo en contadísimas ocasiones el que sube al poder es por pura ambición de poder, dinero, riqueza. Si fueran honestos y solidarios con éste país que tanto está sufriendo deberían dar ejemplo desde su vida. ¿Qué las familias se están manteniendo con sólo 400 euros? Pues como soy su representante, voy a ser su fiel reflejo. Mi sueldazo a las arcas del Estado y a estirar los 400 euros. ¿Qué los españoles no pueden gozar de vacaciones porque el sueldo o la prestación que perciban no alcanza? Pues a solidarizarse con el pueblo, que para eso estais ahí, para representar nuestros intereses y si no los representáis… ¿qué haceis en el poder? Por el bien de quienes están peor, nos merecemos su ejemplo desde la solidaridad y especialmente los más necesitados.