Buenas, soy Emilio Calatayud. Ahora que están de moda los espías y el espionaje, yo me pregunto: ¿Puedo espiar a mi hijo menor de edad? ¿Debo hacerlo? Es un tema que he tratado en varias ocasiones y, como padre, porque hablo como padre y no como juez, mi respuesta es clara: Sí podemos y sí debemos, pero dentro un orden claro. No nos volvamos locos. Con este asunto sucede que colisionan el derecho a la intimidad de los hijos y el deber de los padres de velar por ellos. Si yo sospecho que mi hijo está tomando drogas, entiendo que es mi deber registrar su ropa y sus cajones. La razón está clara: si es verdad que se está drogando, su salud se resentirá y los padres tenemos ahí una responsabilidad clara. Estoy espiándole, vale, pero también debo mirar por su salud. Es más, si comete algún hecho delictivo porque se droga, los más seguro es que seamos los padres los que tengamos que pagar la responsabilidad civil. Hay que mirar los cajones, los bolsillos… y el móvil, claro.
Si todos los países se espían, ¿con qué autoridad me van a pedir a mí que no espíe a mi hijo? Un saludo.