Buenas, soy Emilio Calatayud. Según los que calculan estas cosas, a partir de 2017 en España habrá, por primera vez, más muertes que nacimientos. Parece que los maestros de escuela, los pediatras, las matronas o los jueces de Menores no tenemos futuro a medio plazo. No puedo imaginarme una sociedad en la que no existan esas profesiones. Sería demasiado triste.
Un dato más: La esperanza de vida al nacer, alcanzará los 81,8 años en los varones y los 87 en las mujeres en 2022.
Lo verdaderamente triste es imaginar una sociedad (casi) sin niños. Acabo de volver de un viaje lejano y una de las cosas que más me ha impresionado al llegar ha sido lo ancianizada que se ve a la población española. A menudo he leído artículos que hablan del envejecimiento de la sociedad, pero nunca me había saltado a los ojos como hasta ahora. Fomentar la natalidad me parece tan importante como promover una vejez activa en la que mayor y viejo no sean sinónimos.
Y lo que llama la atención sabiendo estos datos los expertos y los no tan expertos es que todavía no se piense ni tan siquiera en avanzar en cuanto a políticas que permitan la conciliación de la vida laboral y familiar, de manera que las familias se planteen tener más hijos, o tenerlos, simplemente. En lugar de eso se da otra vuelta de tuerca. Así será raro el que tenga críos.