Buenas, soy Emilio Calatayud. Esta mañana, todos los que trabajamos en los dos juzgados de Menores de Granada -funcionarios, jueces, fiscales, técnicos, guardias civiles, policías… – nos hemos ido a casa con una bolsa de tomates. No, no es que hayamos puesto una tienda de verduras en los tribunales. Lo que pasa es que han venido a vernos algunos de los chavales que tenemos encerrados en el centro de internamiento de Purchena, en Almería, y resulta que entre sus ocupaciones está la agricultura. Están recuperando tierras que estaban abandonadas y las están cultivando: zanahorias, tomates, lechugas… ‘Curamos’ chorizos, que es como yo les digo cariñosamente, para comer tomates. A mí me parece una gran idea y los tomates están muy ricos. Lo normal es que el centro los hubiera vendido para que fueran comercializados, pero les dan una miseria y han preferido regalarlos antes que malvenderlos. Ahora que lo pienso, nuestros chorizos tienen remedio, pero hay otros que no…
una buena idea seria que pusieran un puestecito de verduras en el mercaillo, me apunto a ser, primera clienta de los chorizos, verduleros,
Cada vez que leo algo de lo que publica me arranca una sonrisa.
Me parece genial su trabajo.
Este año trabajo con alumnos de PCPI de cocina y aplico muchas cosas que he podido aprender de usted.
Muchas gracias por como es y por el trabajo que desempeña.
Soy de Granada, aunque llevo dos años trabajando en Aracena, Huelva.
Le invito a unas raciones de jamón a cambio de que les de una conferencia » de las suyas» a estos alumnos tan «desmotivados».
Aquí tiene su casa.
Un saludo.
Gracias a su ingreso en un Centro de Menores éstos chavales empezarán a valorar lo que cuesta comerse un tomate y encima se hacen personas de provecho aprendiendo un oficio. Estos jóvenes hoy habrán aprendido una maravillosa lección visitándoles en el Juzgado de menores porque encima han conocido a ésa persona que está haciendo cambiar sus vidas. Gracias por éste ejemplo porque para los que somos padres nos alivia pensar que no todo está perdido y que la corriente no siempre es capaz de arrastrar por el mal camino, salvo que uno se lo proponga, claro está. Gracias por compartirlo, se aprende mucho. Pon amor donde no hay amor y encontrarás amor.