Buenas, soy Emilio Calatayud. Como todos los años, los chavales que están internos en el Centro de Internamiento Tierras de Oria, en Almería, se han pasado por los juzgados de Menores para cantarnos villancicos y hacernos un teatrillo de guiñol. Han estado muy bien. Son unos artistas. Han mejorado bastante y lo hemos pasado bien. Los musulmanes, los cristianos y los ateos -que alguno habría, digo yo- han cantado a la Virgen María, a los Reyes Magos… y nosotros, con ellos. Las distancias religiosas y culturales no existen entre los chavales que tenemos internos. ¡Cuántos problemas nos ahorraríamos si todos fuésemos así! Para acabar, les invitamos a churros con chocolate. Feliz Navidad de su parte y de la nuestra.