Buenas, soy Emilio Calatayud. Como sabéis, no suelo dar consejos -solo doy recomendaciones para criar a un delincuente-, pero hoy voy a dar uno: más importante aún que ser feliz es ser consciente de que se es feliz. Vamos tan rápido que no nos detenemos para nada, ni siquiera para darnos cuenta de que en este o aquel momento estamos siendo felices. Y es bueno hacerlo. Además, por lo general, cuando no somos felices sí que somos conscientes de ello.
La memoria es caprichosa y egoísta, no valoramos todas las cosas buenas que tenemos a nuestro alrededor, aunque sean simples y recordamos siempre las cosas malas que nos pasan o que nos han hecho las personas y no recordamos quizás, todos los favores que nos han hecho