Buenas, soy Emilio Calatayud. En una ocasión, desde aquí, desde Granada, quisimos meterle mano a Youtube-Google para que se hiciera responsable de la difusión de un vídeo que atentaba contra el honor de unos menores. No lo conseguimos. Es una realidad: las redes sociales no facilitan la persecución de los delitos en Internet. La Fiscalía General del Estado lo dice en su última memoria: «En la fase de investigación de los hechos se presentan dificultades específicas: a veces resulta imposible retirar los contenidos ilícitos por las posibilidades casi ilimitadas de su difusión; otras es preciso archivar ante la falta de colaboración de las plataformas:Facebook, remite a los tribunales de Santa Clara, en California, y Myspace, a los de Nueva York». Estamos apañados.
Y eso es lo que hay. Por ello la fiscalía concluye que «el camino más efectivo en la lucha contra todo este tipo de conductas es el de la prevención, desde la familia y los centros educativos». Y estamos de acuerdo, claro.