Buenas, soy Emilio Calatayud. Seguimos con lo de la corrupción. Mis hermanos me dijeron el otro día que para acabar con la corrupción bastaría con que los partidos fueran responsables civiles directos de las corruptelas en las que incurran sus afiliados mientras ejercen un cargo público. Es decir, que paguen los partidos por lo que se llevan sus cargos. Creo que es una buena idea. Ya se encargarían entonces los partidos de hacer unos ‘procesos de selección’ más exigentes, porque se jugarían mucho dinero. Esto tendría validez mientras sigan existiendo las listas cerradas: si alguien impone a otro alguien en una candidatura, el primer alguien debe hacerse responsable de lo bueno y lo malo que haga el segundo. Tiene mucho sentido. Si hubiera listas abiertas, no existiría esa responsabilidad, porque seríamos los ciudadanos los que nos habríamos equivocado o acertado. Un saludo.