Buenas, soy Emilio Calatayud. Cuando estudiaba Derecho en Madrid, yo vestía como un ‘pijo rural’ o ‘pijo pana’. Mientras mis compañeros de Facultad -ICADE, que era muy pija- llevaban abrigos austriacos o loden, yo me ponía un pantalón y una chaqueta de pana, y una camisa de cuadros. Era un pijo como ellos, pero de pueblo, no sé si me explico. Ahora que lo pienso, yo llevé la pana antes de que la pusieran de moda Felipe González y Alfonso Guerra, ja, ja, ja. Hablo de la moda, porque por mi profesión de juez de Menores, me toca ver la evolución de lo que se ponen las chicas y los chicos. Ahora están de moda entre ellos unas gorras yanquis muy rígidas que no se ‘atornillan’ en la cabeza, que sería lo suyo. Van como sueltas. A más de uno le tengo que decir que se la quite cuando entra en el juzgado: en sitio cubierto, hay que ir descubierto. No me gustan esas gorras. Son feas. Pero peor era lo de los pantalones que se llevaban por las rodillas, que parece que es una moda que ya se está pasando. Es que no podían ni andar. Absurdo. Y luego están los ‘pelaos’: crestas, tupés… Yo lo único que me permití en mi época fue una corta melenilla. Y, por supuesto, mi chaqueta y mis pantalones de pana. Me sigue gustando la pana, ¡qué le vamos a hacer!