Buenas, soy Emilio Calatayud. Creo la mayoría de nosotros (aunque igual me equivoco) nos habremos hecho la siguiente pregunta en algún momento de nuestras vidas: ¿Tenemos todos un precio? Yo desde luego, me la he hecho. Y me han surgido más preguntas: ¿Y si el precio fuera que te garantizasen que tus hijos tuvieran una vida moderadamente feliz? ¿Qué harías en ese caso, porque cuando se habla de lo de tener un precio lo normal es que pensemos en dinero y en sobornos, etc?
Lo que ocurre es que hay personas que se venden muy barato: por un jamón, unos cubatas, un traje, un puesto a dedo en un consejo consultivo, etc Por eso está tan mal visto lo de tener un precio. Pero depende de qué precio hablemos, ¿no?