Buenas, soy Emilio Calatayud. El goteo es constante: no hay semana que no tengamos algún caso de menores que agreden a sus padres. No es una exageración. Esto quiere decir dos cosas: una, que cada vez se denuncia más, y eso es bueno, y dos, que es un delito que está de ‘moda’, y eso es malo.
¿Cuándo hay que empezar a preocuparse? Un experto en el tratamiento de estos chavales dijo en una ocasión que cuando llamen ‘puta’ a su madre. Estoy de acuerdo, pero hay otros síntomas: no va a la escuela, no respetan ningún horario, se escapan de casa, son vagos e impacientes…