Buenas, soy Emilio Calatayud. Ya tengo en mi poder la Medalla de Andalucía, que no es solo mía, sino de todos los que trabajan con menores, y me gusta. Está muy bien. No soy una persona muy dada a los protocolos y esas cosas -en realidad, me agobian un poco-, pero he de reconocer que, antes, durante y después del acto de entrega de las medallas me he sentido muy querido. Todo el mundo ha sido muy amable conmigo. Me ha hecho especial ilusión que los botones del hotel, los ujieres, los policías… todos los trabajadores que, en definitiva, han hecho posible el acto, se acercaran para decirme cosas amables y hacerse ‘selfies’. Ha estado muy bonito, de verdad. Gracias.