Buenas, soy Emilio Calatayud y el título de este comentario no se debe a que me haya dado un ataque de optimismo, es que es verdad. Solo una parte muy pequeña de nuestros chavales delinquen y el 80% de los pocos que delinquen, siempre lo digo, no son delincuentes. Con sus más y sus menos, nuestros hijos son buena gente. Yo lo veo a diario. Y también hay que contarlo. Hace poco conocí a un muchacho que se llevó una paliza por salir en defensa de un niño discapacitado al que un matón estaba incordiando. Luego condenamos al matón, que también era menor. Y espero que cuando acabe de cumplir la medida que le hemos impuesto también aprenda la lección. A fin de cuentas, ese es el objetivo de los que trabajamos con los menores: darles una oportunidad o dos…