Buenas, soy Emilio Calatayud. Lo primero, pedir disculpas por el taco que va en el titular (sé que hay personas a las que no les gustan), pero es que creo que en este caso está bien empleado. A ver, parece que ha llegado a España procedente de Estados Unidos -de allí suele venir todo lo bueno y todo lo malo, no tienen término medio- la moda de agredir a un desconocido en plena calle, grabar la agresión con un móvil y subir el vídeo a Internet para completar la ‘gracia’. El Código Penal no está preparado para estas nuevas formas de delincuencia: a alguien que hace algo así se le debería acusar de un delito (o falta) de lesiones y también del delito (o la falta) de ser gilipollas, porque hay que ser muy gilipollas para hacer algo así. La otra alternativa es que la gilipollez sea considerada una circunstancia agravante… A ver si el Congreso lo tiene en cuenta a la hora de reformar el Código Penal.
1 Comentario