Buenas, soy Emilio Calatayud. El chaval de 16 años de Baltimore al que su madre sacó a tortas de una manifestación ha aprendido la lección. Según ha dicho, cuando vio venir a su padre se sintió avergonzado, pero luego se dio cuenta de que «ella tenía razón: si vuelvo a una protesta será de forma pacífica ya que mi madre sufre por mí». Ahora solo hace falta que lo cumpla.
Su madre ha sido juez y parte y lo ha hecho bien: la ‘condena’ que le puso al muchacho ha tenido el efecto deseado.