Buenas, soy Emilio Calatayud. Todos los meses juzgamos a una docena de ‘ni-nis’, chavales que dejaron los estudios a los 16 y que, como su aburren, pues acaban delinquiendo. No saben hacer la ‘o’ con un canuto. Son más brutos que un ‘arao’. Los consejeros de Educación y también el ministro de Educación deberían asistir, al menos una vez en su vida política, al juicio de un ‘ni-ni’. Seguro que al día siguiente, todos se pondrían a acordar una Ley de Educación entre todos los partidos, que es algo hasta ahora no se ha conseguido en España. Y es triste. De un ‘ni-ni’ se puede aprender un montón.