Buenas, soy Emilio Calatayud. ¡Qué calor hace en Granada! Pero no voy a hablar sobre el calor, sino de que cada vez recibo menos cartas de papel. Con el Internet, ya casi todo el mundo escribe con los ordenadores, las tabletas o los móviles. Y no es lo mismo. No me importa que me digan que me estoy haciendo mayor, porque ya lo digo yo. Y sí, echo de menos las cartas de papel. Me acuerdo de una que decía así: «Emilio, perdóneme por escaparme del centro, pero lo hice para ir a verle. Lo que pasa es que usted no estaba en el juzgado y me fui a Madrid. Muá». ¿Hay gracia o no hay gracia?