Buenas y muy calurosas noches, soy Emilio Calatayud. Había un chiste de Mafalda que decía así: «Hasta que no se nos estropeó la tele no me di cuenta de lo aburrida que era mi familia». Ahora pasa lo mismo, pero con el móvil: «Hasta que no me quitaron el móvil no supe lo aburrida que era mi familia». Haced la prueba y veréis. Moraleja: no basta con quitarles el móvil, nosotros también tenemos que procurar llenar sus vacíos. Si no, nos dirán que somos un peñazo y con razón. Deberes para el verano.