Buenas, soy Emilio Calatayud. Hace ya algunos años, un chaval me dijo: «Señor juez, no me condene usted a aprender a leer y escribir, que igual llego a ministro». Lo condené a aprender a leer y escribir, pero alguna razón llevaba el chico. ¿No?
Buenas, soy Emilio Calatayud. Hace ya algunos años, un chaval me dijo: «Señor juez, no me condene usted a aprender a leer y escribir, que igual llego a ministro». Lo condené a aprender a leer y escribir, pero alguna razón llevaba el chico. ¿No?